lunes, 24 de abril de 2017

MI NUEVA MIDA



Esta es la historia de un joven al cual le concedieron lo que tanto anelaba.
Sam era un chico de 20 años de edad, vivía solo en un pequeño apartamento, pues se había mudado de su vieja ciudad de origen con el objetivo de estudiar en una prestigiosa universidad. El apartamento en el cual vivía era de dos pisos sin embargo so podían vivir 4 inquilinos, de los cales solo dos estaban ocupados, casualmente los de abajo, él vivía en uno y el otro era habitado por una mujer llamada Martha.
un día mientras regresaba de la universidad se topó con Martha una mujer de al menos unos 30 ó 40 años de edad, prácticamente era su vecina de apartamento, pero no sabía mucho de ella. Lo único que sabía era que para su edad era muy sexy tenía unos pechos muy grandes y un trasero bien redondo tal como a él le gustaban. Casualmente los apartamentos estaban muy juntos tanto así que tenían compartían parte de la terraza trasera, solo estaba dividió por un pequeño muro de un meto por alto.  
Sam tenía una pequeña afición a la ropa femenina y le gustaba ver la ropa interior de marta tendida. Una de sus fantasías que recién se le habían pasado por la mente era tomar una de los pantis de Martha, tanto así que lo había planeado. Él ya sabía que los viernes Martha lavaba su ropa en la mañana luego la tendía, se iba para su trabajo (el cual Sam desconocía) y siempre llegaba en la noche.
Así que Sam después de haberlo pensado mucho, llego su gran oportunidad después de llegar de la uní. Entro con toda prisa a su apartamento y fue directo a la terraza cuando se asomó vio enfrente de él toda la ropa de Martha que para esa hora ya estaba seca así que decidió con mucho cuidado saltar el pequeño muro que marcaba la división, y rápidamente agarro los que más le gustaron.
El agarro una pataleta de color roja, una morada de encaje y una tanga negra. Lo primero que hizo fue olerlos pero creo que por la lujuria y el deseo no pensó que al estar lavados no iban a oler a ella sino al detergente, así que prefirió al menos masturbase, pasaba el rose de la tela en su pene que estaba a punto de estallar,  se la paso así un buen rato, después otra fantasía paso por su mente, ahora el ponérselas, ya que estaba seguro de que no había vecinos cercanos u otras personas que pudieran verle y que aún era temprano como para que Martha llegara de su trabajo decidió ponerse una por una primero empezó con la panty roja luego el de encaje y por último la tanga. Esa tarde se la había pasado masturbándose con ropa interior de Martha después de venirse quién sabe cuántas veces quedo exhausto y se quedó dormido en su pequeña sala.
De repente se levantó y frente de él estaba Martha - Así que tú fuiste el que se robó mi ropa interior- dijo marta con una cara molesta. Sam no podía comprender, que hacía Martha en su apartamento ¿Cómo había entrado? La verdad fue que él había olvidado cerrar la puerta trasera con llave estaba tan metido en lo que estaba haciendo que se le olvido.
¿Cómo entraste? Pregunto Sam con una temblorosa voz, -sabía que tenías algo que ver con la desaparición de mi ropa- dijo Martha.
Martha. - había pisadas cerca del muro cono si alguien hubiera saltado, así que decidí preguntarte y vi por la ventana de la puesta que estabas tirado durmiendo sosteniendo en tu mano uno de mis pantis de encaje.
la parte superior de la puesta trasera es de cristal por eso Marta pudo ver por dentro del apartamento de Sam.
Sam. - ¿Pero… ¿cómo entraste?
Martha. - la dueña es mi tía y yo tengo las llaves de todos los apartamentos, así que fue fácil entrar y más por la parte trasera, ¿acaso crees que eres el único que puede saltar ese muro?
Pero lo que descubrí cuando entre es que no solo te llevaste mis pantaletas, sino que además de la llevas puesta.
Sam. – esto no es lo que parece la verdad es que yo…..
Martha. - ¡cállate! No me importa tus razones, mientras de estabas dormido pensé en darte un escarmiento. Y ya lo he decidido.
Sam.- ¿Qué? De que estas hablando…. Mira la verdad lo siento mucho no debí hacerlo…
Martha. - Sabes algo aquí entre nosotros, yo soy una bruja.
Sam se quedó de boca abierta, aunque la tensión que sentía era de pánico ya que Martha lo había descubierto, se le salió una pequeña risa, pues claro él no podía creer lo que ella le acababa de decir eso era algo imposible la magia no existe y tampoco eso de las brujas, o al menos eso pensaba.
Martha. – jajajajajaja claro que no soy una bruja, sin embargo, déjame decirte que los hechizos y la brujería si existen y los usare para darte una lección. Aquí traigo un frasco, y contiene un elixir capaz de convertir a cualquier persona en otra totalmente distinta solo hace falta que le añadan algún gen del a persona en la cual quieras convertir a la persona, basta con un poco de saliva, sangre o un cabello y luego la persona se convertirá en una copia de la persona que introdujo su gen en el elixir.
Sam.- ¿Qué… debes estar bromeando, ya me disculpé, lo siento mucho te prometo que no lo volveré hacer?
Martha. – deja de suplicar que pareces un bebe, como tanto de gusta la ropa femenina y tanto de gusta usarla pues te convertiré en una mujer para que así uses toda la ropa interior de mujer que desees, tangas, pantaletas de encaje, de seda y de lo tos los colores que quieras, porque serás lo único que usas por el resto de tus días.
Sam estaba aterrado la forma en la que hablaba Martha era como burlándose de él, pero a la vez un poco amenazante, Martha era una mujer con gran cuerpo, pero Sam no era un joven con fuerza muscular era algo sumiso así que no pudo decir nada al respecto solo se quedó callado y escuchando lo que decía marta vi viendo cómo se iba poniendo la situación.
Martha.- aquí tengo algunos cabellos, obvio no son míos, son de algunas amigas del trabajo las he estado recolectando por si acaso, pero, veo que realmente me van a ser utilices, así que voy a poner uno de estos, y veremos en quien te transformas.
Sam. – lo siento, pero no voy a beber eso
Martha. – Mira cariño estas en un grave error sabes, tú no tienes elección, si no lo bebes subiré las fotos que te tome mientas estabas desnudo usando una tanga en internet y todos lo verán, incluso lo enviare en dónde estudias para que todos puedan verlo.
Aunque Sam no conocía a muchas personas y no tenía muchos amigos en la universidad, el hecho de que les muestren esas fotos alas pequeñas personas que conocía la avergonzaba mucho, sabía que si se enteraran de eso sería fastidiado y burlado por mucho además se preguntaba qué es lo que sus amigos pensarían del sí vieran esas fotos. El no tuvo otro remedio que aceptar beber ese dichoso elixir, pero a cambio de que Martha borre las fotos. Él sabía que ese tal elixir no podía ser real, sin embargo, algo dentro de él estaba temeroso de realmente fuera real. Él nunca se había imaginado como mujer y tampoco tenía ese deseo.
Sam.- está bien, pero quiero que por favor no le muestres a nadie esas fotos, si bebo ese elixir pase lo que pase borraras las fotos.
Martha. – no me agrada que me des ordenes sin embargo estoy conforme si lo bebes no le mostrare a nadie esas fotos.
Martha había mezclado un cabello de alguna mujer en el elixir y se la dio a Sam, sin embargo, Martha sabía que él podía tirar el elixir, así que ella selo dio directo a la boca. De ponto después de tomar todo el elixir, unos segundos más tarde, Sam sintió un gran bajón como si no tuviera fuerzas para sostenerse, se cayó al suelo y sintió que todo su cuerpo parecía ser de gelatina su cuerpo se estaba reacomodando, de pronto sintió como si su cuerpo fuera un poco más voluminoso, sus pechos crecieron repentinamente, Sam realmente se estaba asustando no podía creer lo que estaba viendo y sintiendo- ¿realmente me convertiré es una mujer? se preguntó mientras su transformación a un continuaba después vio como sus brazo sus manos y dedos fueron reduciendo de tamaño dejando solo con unos bazos delgados y unos dedos pequeños y finos. Su trasero también crecía, al igual que sus piernas se parecían más y más a las de una mujer piernona. Su complexión fue cambiando poco apoco, su rostro igual se fue feminizando, aunque no podía ver los cambios en su rostro podía sentirlos. También sintió como iba creciendo su pelo sin embargo no resulto tan lago, le llego casi hasta los hombros. El último cambio que le faltaba era en su pene, este se fue reduciendo hasta transformarse en un clítoris, de pronto entre sus piernas solo había una vagina. Después de la transformación y para sorpresa de Martha. -Con que fue Tiffany – dijo Martha. Sam se había transformado en una copia perfecta de su antigua mejor amiga la cual se había mudado terminado así su amistad.  
Martha le tomo una foto al nuevo cuerpo de Sam para que el pudiera ver su nuevo cuerpo, para sorpresa de Sam se había convertido en una mujer con un cuerpo como a él tanto le gustaban y no solo eso él se convirtió en una mujer como Martha una mujer con un gran cuerpo, pero parecía una mujer de unos 30 ó 40 años de edad. Al ver su rostro san no pudo con la noticia y se desmayó.
Continuara

martes, 11 de abril de 2017

castigo

Bueno pues esta yo la hice umm no se si este bien pero bueno qui lo dejo...


Raúl y Tom eran dos jóvenes malcriados, sus madres cansadas de todos los problemas que ocasionaban decidieron contratar a una bruja para que les dé una lección y de esa forma logren aprender hacer más responsables y maduros.
los dos jóvenes siempre se reunían en las tardes, en la casa de Tom.
Cuando los jóvenes llegaron a la casa después de estar desperdiciando en día gastando bromas y holgazaneando, sus madres los estaban esperando, ellos se sorprendieron, en primer lugar, pensaron que los iban a regañar como suelen hacer, sin embargo, esta vez no fue así del todo.
Madre de Raúl. - Bueno chicos nosotras estamos hartas de ustedes, se la pasan todo el día flojeando, no nos hacen caso, no nos respetan, y por eso hoy recibirán una lección.
Madre de Tom. - además, trabajamos mucho para mantenerlos y ustedes ni las gracias nos dan, lo mínimo que pueden hacer es ayudarnos con las tareas del hogar ya que ni estudian ni trabajan, solo se la pasan el día entero en la calle.
Raúl. - ¡Y eso que déjenos en paz somos jóvenes podemos hacer lo que nosotros queramos!
Tom. - ¡sí!, ustedes solo son dos mujeres viejas, que saben ustedes de la vida hoy en día, hacemos lo que es natural a nuestra edad.
Raúl. - ¡Ah!... nosotros no tenemos que limpiar la casa eso es trabajo de ustedes, mejor dicho, de mujeres.
Madre de Tom. - en efecto sabíamos que dirían algo como eso, por eso hemos contratado a esta señora.
Madre de Raúl. - ella se encargará de ayudarnos para que ustedes reciban un castigo por todo lo que han hecho y más por lo que nos han dicho. 
Madre de Raúl. - esperábamos que recapacitaran y se disculparan por todo lo que han hecho, pero bueno, ustedes cavaron su propia tumba...
Tom. - ¡De que demonios están hablando quien en esta mujer!
Raúl. - ¡no les tenemos miedo a un trio de mujeres mayores!
Señora. - bueno veo que ustedes son una desgracia, además de que se creen por ser jóvenes y no solo eso, no tienen respeto a hacia sus madres. Creo que tengo el castigo perfecto para ustedes, de modo que aprendan a ser responsables, maduros, respetuosos con las mujeres y que puedan experimentar por lo que sus madres pasan para mantener a una familia.
mientras tanto la señora recito unas cuantas palabras extrañas y al finalizar, de repente tanto Raúl y Tom se sintieron muy extraños de pronto sintieron como les iban creciendo pechos, sus manos cada vez eran más finas y delgadas, ambos sintieron un dolor enorme ya que sus huesos se estaban moviendo, el dolor era tan fuerte que los dos se desmayaron. El primero en despertar fue Tom que soltó un gran grito, al ver que enfrente de su vista veía dos enormes pechos que estaban adheridos a su cuerpo, también se sorprendió por que el grito fue de una mujer, se levantó y se dirigió rápidamente al espejo más cercano y para su sorpresa vio el rostro y cuerpo desnudo de una mujer, pero tampoco una mujer joven era más bien el de una señora, pero con un cuerpo muy sexy. Rápidamente volteo y se dio cuenta que esa no era su casa, se parecía, pero no era, también vio que había una mujer desnuda el piso. En ese mismo instante la señora apareció.
Tom. - ¡Usted que carajos me hizo! ¡Donde estoy don de esta mi madre, donde esta Raúl! ¡respóndame!
Señora. - ¡Bueno, pues tu mamá no tarda en venir, y con respecto a tu amigo está allí, tirado en el suelo! ¡y si él también se convirtió en una mujer como tú! ¡Yo los he convertido en mujeres, pero todo fue idea de sus madres, por lo que mi trabajo aquí a terminado, nos vemos espero que disfruten de su nueva vida!
En ese la señora salió de la casa, mientras tanto, Tom trata de despertar a su amigo, cuando, logro despertarse, Raúl vio a una mujer desnuda completamente frente a sus ojos, en un principio Tom le trato de contar todo, la reacción de Raúl fue la misma que el de Tom, ambos se preguntaban que iban hacer, mientras tanto sus madres entraron a la casa.
Tom. - ¡Ustedes que demonios hicieron, porque nos convirtieron en mujeres como ustedes!
Raúl. - ¡Conviértanos de nuevo en chicos!
Madre de Raúl. - ¡bueno, querido… o debería decir querida eso no va a hacer posible este es su castigo!
Madre de Tom. - ¡Verán ahora ustedes son dos mujeres como nosotras y aprenderán lo difícil que es la vida hoy en día para las mujeres, ahora que ya no son jóvenes deberán aprender a vivir como dos mujeres adultas y no solo eso, si ya se fijaron no están en mi casa, ahora este apartamento será su hogar!
Madre de Raúl. - ¡Exacto ahora ustedes vivirán aquí tendrán que hacerse cargo de todo, de limpiar la casa, lavar su propia ropa, pagar el alquiler, cocinar su propia comida!
Madre de Tom. - ¡No ustedes dijeron que eso es trabajo de mujeres, bueno ahora ustedes son mujeres a demás es natural a su edad!
Madre de Raúl. – Desde hoy ustedes se harán responsables de ustedes mismos
Raúl. - ¡Por favor no queremos hacer eso! ¡perdónennos!
Tom. - ¡Por favor mamá no me puedes hacer esto soy tu hijo!
Madre de Tom. – ¡No a partir de hoy ya no eres mi hijo! Además, ustedes se lo buscaron deben vivir con las consecuencias de sus actos.
 Madre de Raúl. - ¡Estoy tan aliviada de ya no seguir soportando a mi odioso hijo!
Madre de Tom. - ¡Ah! Deben buscar rápido un trabajo para poder pagar este pequeño apartamento, porque hablé con el dueño esta mañana y le dije que unas amigas estaban consiguiendo urgentemente un cuarto, así que me dio las llaves, pero, él quería hablar con ustedes personalmente para llegar a un acuerdo con el pago del alquiler.
Madre de Raúl. – ¡Bueno queridas! Dependiendo de cómo se comporten podremos darles algunos tips, pero bueno eso solo el tiempo lo dirá, bye.
Madre de Tom. – ¡Nos vemos espero que aprendan su lección!
Después de que se despidieron las dos señoras, los jóvenes se quedaron con la boca cerrada, no podía creer lo que sus madres les habían dicho, no era posible ahora ellos eran ellas, dos mujeres de mediana edad, pero con unos cuerpos que cualquier hombre desearía tener en la cama.
Tom. - ¡Diablos como se atreven hacer esto! ¡Que busquemos trabajo! ¡Pero que mierda como carajos vamos hacer esto!
Raúl. - ¡Yo ni de loco salgo así! ¡ni siquiera tenemos ropa!
Tom. - ¡creo que lo mejor es ir de nuevo con ellas y disculparnos talvez recapaciten y nos…!
Raúl. – ¡no creo que eso funcione!
Tom. - ¡Entonces que vamos hacer!
Pero mientras todo el shock que tenían no se habían percatado a gran detalle de sus actuales cuerpos, era impresionante pero tanto Tom como Raúl tenían unos pechos enormes, sus cinturas era muy delgada, en ese momento ambos sentían sus cuerpos muy calientes se habían excitado, de pronto ambos se empezaron a tocar sus pechos. De inmediato sin darse cuenta Tom tenia una mano tocándose el pecho y la otra acariciando su nueva vagina la cual ya estaba muy mojada. Raúl estaba haciendo lo mismo. Más tarde después de varios minutos de estarse masturbado, Tom empezó a acariciar el nuevo cuerpo de Raúl el cual le parecía super sexy. Al final acabaron haciendo una escena lésbica, estaban tan excitados, que no se percataron que alguien estaba tocando la puerta, ellos siguieron en lo que estaban, que de pronto alguien entro. Era nada más y nada menos que el propietario del departamento un hombre viejo, calvo y gordo. Que al entrar al cuarto solo pudo ver a dos mujeres teniendo sexo.
Propietario. – ¡Con que ustedes son…!
Tom y Raúl. - ¡AHHHH!
Propietario. - ¡Cálmense soy Don pedro el propietario!
Los dos jóvenes se asustaron, al ver a un extraño. Normalmente una mujer se taparía sus pechos y vagina, frente a un hombre extraño, pero los jóvenes siguieron desnudos sin ninguna otra reacción, esto encendió mas al propietario.
Propietario. – ¡Con que ustedes son las amigas de la Señora Paloma! Ella me dijo que tenían prisa por conseguir un apartamento, jajajaja pero ya veo para que lo necesitaban con urgencia. Lo que no me dijo era son dos mujeres tan guapas. En fin, ella me dijo que ustedes están un poco cortas de dinero por eso vine para poder llegar a un acuerdo.
Tom. - ¡Ah sí! ¡La verdad no tenemos nada de dinero y estábamos planeado irnos de aquí porque no tenemos como pagarlo!
Raúl. - ¡Sí, además no tenemos trabajo!
Propietario. - ¡Bueno eso no importa podemos arreglarlo! ¡Qué les parece si les dejo quedarse este mes sin cobrarles un solo centavo, y mientras tanto pueden conseguir un trabajo!
Raúl. - ¡Enserio, hombre usted si es una gran persona!
Tom. – ¡Enserio no dejara quedaron y no nos cobrara!
Propietario. - ¡claro que sí –con una sonrisa maliciosa—pero con una sola condición!
Tom y Raúl. - ¡Cuál!
Propietario. - ¡Bueno cuando bien ustedes se estaban divirtiendo así que si ustedes me permiten acompañarlas yo podría dejarlas quedarse aquí durante un mes gratis!
Tom y Raúl. - ¡Pero que está diciendo, viejo loco!
Propietario. - ¡Bueno si no quieren pueden irse, así que, que dicen!
Los jóvenes decidieron pensarlo. Realmente iban aceptar tener sexo con ese tipo, en primer lugar, ellos jamás habían pensado en tener sexo con hombres, y menos con un viejo. Sin embargo, después de pensarlo muy bien ellos se dieron cuenta de que realmente no tenían a donde ir, era una locura irse del único lugar del cual ahora podrían llamar hogar, además de que no les cobrarían durante un mes. Los jóvenes no tuvieron otra alternativa que aceptar.
Tom. - ¡Esta bien aceptamos!
Tas escuchar esas palabras el propietario n tardo nada en desnudarse, en efecto era un viejo panzón, sin embargo, estaba tan excitado que las dos mujeres estaban sorprendidas de verlo.
Tom. - ¡Que grande!
Raúl. - ¡Esto no será nada bueno!
Propietario. - ¡a todo esto cuáles son sus nombres mis queridas señoritas!
Los jóvenes no habían pensado en eso así que dijeron nombres al azar.
Tom. ¡Yo soy Pamela!
Raúl. - ¡yo me llamo Marcela!
Bueno pues encantado de conocerlas espero que nos llevemos muy bien los tres.
Ese día fue un gran cambio para los dos chicos sus madres los habían convertido en mujeres y no solo eso Esa noche los jóvenes conocieron los orgasmos femeninos y los placeres que un hombre puede darle a una mujer.
¿Continuara sí o no? …



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