Yo solía ser parte del equipo de voleibol en mi escuela, ansiaba mucho llegar al campeonato nacional, sin embargo después de que me diagnosticaron una enfermedad terminal y tras saber que la única cura transformaría mi cuerpo masculino en uno femenino. No tuve otra opción que aceptar la cura sabiendo que aunque no iba a morir lo que si moriría sería mi sueño de llegar al campeonato de voleibol. En mi mente pasaba la idea de que la gura había sido un éxito sin la necesidad de haberme convertido en una mujer, sin embargo tras despertarme después de que me aplicaron la cura, lo primero que vi delante de mi me trajo a la cruda realidad dos enormes tetas estaban sobre mi, podía sentir el enorme peso de esos dos monstruos, para confirmar rápidamente puse mis manos donde debería de estar mi pene, pero era más que obvio, ya no estaba, en su lugar había una vagina completamente lisa, aunque en primera instancia no pude verla directamente por mis nuevos pechos.
Después de salir del hospital, mi madre la cual estaba feliz de que la cura había funcionado y que mi vida ya no corría peligro, no obstante era obvio ver en su rostro que lo que más le hacia feliz era de que yo ahora era una chica, me había convertido en la hija que ella siempre deseo tener. Me llevo al centro comercial a comprar nueva ropa, ya que la única que tenia puesta después de salir del hospital era una de mis viejas camisas y unos shorts los cuales me quedaban enormes, ya que yo solía ser un tipo alto alcanzaba los dos metros, de ropa interior no llevaba nada puesto así que la primera parada fue en una tienda de lencería, mi madre me compro de todo vestidos, faldas, blusas, bragas, estaba muy feliz así que solo me deje llevar, sin protestar aunque pude notar lo comprensiva que era mi madre ella misma sabia que era muy difícil para mi convertirme de hombre a mujer tan rápido, que la ropa que ella había escogido para mi, para nada era ropa exageradamente femenina no eran de los típicos colores femeninos, ni siquiera tenia nada rosa, bueno solo un par de bragas las cuales estaban en descuento. Hable muy seriamente con mi madre sobre mi nuevo pelo largo, a mi no me gustaba tenerlo demasiado largo, así que la convencí de que me dejara tenerlo corto, ella acepto pero me dijo que era una lastima ya que con el pelo largo me veía linda, tras pasar el día entero con mi madre sentía como cada ves mas mi yo masculino se iba desvaneciendo y escuchar eso de mi madre fue como un remate nunca en mi vida me había sentido tan humillado.
Varios días después y tras conseguir nuevos documentos en los cuales confirmaban mi nuevo sexo, decidí cambiarme de escuela lo menos que quería era que mis amigos se enteraran de que me había convertido en una chica. Al llegar a mi nueva escuela rápidamente llame la atención, ya que había perdido un año escolar, en los estudios me iba bien ya que ya lo había visto en mi anterior escuela, ademas de ser muy buena en los deportes, y por no mencionar el grandioso cuerpo que tenia, mis enormes pechos y mis largas y tonificadas piernas llamaban mucho la atención principalmente de los chicos. No podía dejar de pensar que esos perdedores se masturbaban pensando en mí, sin embargo lo único bueno era la hora de deportes ya que podía entrar fácilmente al vestidor de chicas y verlas cambiándose, era el paraíso. Recuerdo que cuando estaba allí las otras chicas se asombran de mi cuerpo incluso cause la envidia de algunas por mis pechos, varias chicas me preguntaban que se sentía tener pechos enormes, les dije que era muy difícil y doloroso, incluso algunas me tocaron para sentirlo, se sintió muy rico esas pequeñas y suaves manos tocando mis pechos, tanto así que deje escapar un pequeño gemido, luego todas se rieron, dejándome apenado por eso.
Pasaron los meses y me fui acostumbrando a mi nueva vida, sin embargo obvio recordaba mucho mi anterior vida como hombre y recordaba mi sueño de ganar el campeonato de voleibol, sin embargo aunque no como hombre aun podía ganar un campeonato de voleibol en mi nueva escuela en el equipo femenino, o eso pensé hasta que vi jugar al equipo, y la verdad eran pésimas la nueva generación jamas habían conseguido una clasificación ni en la estatal, era obvio que ni con mi talento podían clasificar, sin embargo un día vi un anuncio en la escuela sobre reclutamiento de nuevos miembros para el equipo de voleibol de playa femenil, así que decidí ir a echar un vistazo, pude ver al equipo y fueron grandiosas, eran un gran equipo, sin embargo no me gustaba mucho la idea de estar en ese equipo ya que yo nunca había jugado en la playa y si me unía a ese equipo tendría que usar ese traje el cual tener que usarlo era demasiado humillante, recuerdo que solía ver el voleibol de paya de mujeres por que la ropa que usaban era muy sexy, si fuera parte de ese equipo y si llegamos a las nacionales muchas personas me verían en ese uniforme, así que mejor decidí no participar e irme de ahí pero justo cuando me estaba yendo una chica del equipo me llamo.
Aparentemente era muy conocida en la escuela por ser la mejor en los deportes así que las chicas del equipo me suplicaron que hiciera la prueba, fue mi error decirles que antes estaba en el equipo de voleibol de sala de mi anterior escuela, obvio mentí y les dije que en el equipo femenil, pero les dije que nunca había intentado jugar en arena, me suplicaron así que lo hice, me deje llevar y todas se quedaron sorprendidas de lo bien que jugaba, ellas querían que me uniera a su equipo, pero yo les dije que no, ya que no podía ser capaz de usar ese traje era literalmente como andar en ropa interior, y para mi eso era muy vergonzoso, me dijeron que exageraba y que era como andar en bikini, pero yo nunca había usado o usaré un bikini pensé, ellas me dijeron que uno se acostumbra, me insistieron muchos y me dijeron que me necesitaban por que yo era la única, que podía ayudarlas para ganar el campeonato nacional.
No me quedo de otra más que aceptar y ahora estoy aquí a pocos minutos de que mi equipo gane el campeonato nacional femenil de voleibol de playa me e divertido mucho al estar a en este equipo y pensar de que nunca las hubiera conocido si no me hubieran detectado ese enfermedad y no me hubiera convertido en una chica.
Después de salir del hospital, mi madre la cual estaba feliz de que la cura había funcionado y que mi vida ya no corría peligro, no obstante era obvio ver en su rostro que lo que más le hacia feliz era de que yo ahora era una chica, me había convertido en la hija que ella siempre deseo tener. Me llevo al centro comercial a comprar nueva ropa, ya que la única que tenia puesta después de salir del hospital era una de mis viejas camisas y unos shorts los cuales me quedaban enormes, ya que yo solía ser un tipo alto alcanzaba los dos metros, de ropa interior no llevaba nada puesto así que la primera parada fue en una tienda de lencería, mi madre me compro de todo vestidos, faldas, blusas, bragas, estaba muy feliz así que solo me deje llevar, sin protestar aunque pude notar lo comprensiva que era mi madre ella misma sabia que era muy difícil para mi convertirme de hombre a mujer tan rápido, que la ropa que ella había escogido para mi, para nada era ropa exageradamente femenina no eran de los típicos colores femeninos, ni siquiera tenia nada rosa, bueno solo un par de bragas las cuales estaban en descuento. Hable muy seriamente con mi madre sobre mi nuevo pelo largo, a mi no me gustaba tenerlo demasiado largo, así que la convencí de que me dejara tenerlo corto, ella acepto pero me dijo que era una lastima ya que con el pelo largo me veía linda, tras pasar el día entero con mi madre sentía como cada ves mas mi yo masculino se iba desvaneciendo y escuchar eso de mi madre fue como un remate nunca en mi vida me había sentido tan humillado.
Varios días después y tras conseguir nuevos documentos en los cuales confirmaban mi nuevo sexo, decidí cambiarme de escuela lo menos que quería era que mis amigos se enteraran de que me había convertido en una chica. Al llegar a mi nueva escuela rápidamente llame la atención, ya que había perdido un año escolar, en los estudios me iba bien ya que ya lo había visto en mi anterior escuela, ademas de ser muy buena en los deportes, y por no mencionar el grandioso cuerpo que tenia, mis enormes pechos y mis largas y tonificadas piernas llamaban mucho la atención principalmente de los chicos. No podía dejar de pensar que esos perdedores se masturbaban pensando en mí, sin embargo lo único bueno era la hora de deportes ya que podía entrar fácilmente al vestidor de chicas y verlas cambiándose, era el paraíso. Recuerdo que cuando estaba allí las otras chicas se asombran de mi cuerpo incluso cause la envidia de algunas por mis pechos, varias chicas me preguntaban que se sentía tener pechos enormes, les dije que era muy difícil y doloroso, incluso algunas me tocaron para sentirlo, se sintió muy rico esas pequeñas y suaves manos tocando mis pechos, tanto así que deje escapar un pequeño gemido, luego todas se rieron, dejándome apenado por eso.
Pasaron los meses y me fui acostumbrando a mi nueva vida, sin embargo obvio recordaba mucho mi anterior vida como hombre y recordaba mi sueño de ganar el campeonato de voleibol, sin embargo aunque no como hombre aun podía ganar un campeonato de voleibol en mi nueva escuela en el equipo femenino, o eso pensé hasta que vi jugar al equipo, y la verdad eran pésimas la nueva generación jamas habían conseguido una clasificación ni en la estatal, era obvio que ni con mi talento podían clasificar, sin embargo un día vi un anuncio en la escuela sobre reclutamiento de nuevos miembros para el equipo de voleibol de playa femenil, así que decidí ir a echar un vistazo, pude ver al equipo y fueron grandiosas, eran un gran equipo, sin embargo no me gustaba mucho la idea de estar en ese equipo ya que yo nunca había jugado en la playa y si me unía a ese equipo tendría que usar ese traje el cual tener que usarlo era demasiado humillante, recuerdo que solía ver el voleibol de paya de mujeres por que la ropa que usaban era muy sexy, si fuera parte de ese equipo y si llegamos a las nacionales muchas personas me verían en ese uniforme, así que mejor decidí no participar e irme de ahí pero justo cuando me estaba yendo una chica del equipo me llamo.
Aparentemente era muy conocida en la escuela por ser la mejor en los deportes así que las chicas del equipo me suplicaron que hiciera la prueba, fue mi error decirles que antes estaba en el equipo de voleibol de sala de mi anterior escuela, obvio mentí y les dije que en el equipo femenil, pero les dije que nunca había intentado jugar en arena, me suplicaron así que lo hice, me deje llevar y todas se quedaron sorprendidas de lo bien que jugaba, ellas querían que me uniera a su equipo, pero yo les dije que no, ya que no podía ser capaz de usar ese traje era literalmente como andar en ropa interior, y para mi eso era muy vergonzoso, me dijeron que exageraba y que era como andar en bikini, pero yo nunca había usado o usaré un bikini pensé, ellas me dijeron que uno se acostumbra, me insistieron muchos y me dijeron que me necesitaban por que yo era la única, que podía ayudarlas para ganar el campeonato nacional.
No me quedo de otra más que aceptar y ahora estoy aquí a pocos minutos de que mi equipo gane el campeonato nacional femenil de voleibol de playa me e divertido mucho al estar a en este equipo y pensar de que nunca las hubiera conocido si no me hubieran detectado ese enfermedad y no me hubiera convertido en una chica.
FIN
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