jueves, 23 de julio de 2020

De Director general a mucama


Todos me conocían como Santiago y solía considerarme un tipo algo apuesto, tenia 30 años, comprometido con una mujer maravillosa, su nombre era Natalia, era mi novia desde la preparatoria, después de trabajar por 4 años como gerente en el hotel Madison por fin me converti en el director general del hotel, básicamente estaba feliz con vida, sin embargo.





Mi trabajo tenia muchas responsabilidades de las que había imaginado, estuve trabajando sin parar y mi vida poco a poco se iba destruyendo. Pasaba más tiempo en mi trabajo que con mi prometida, ya no salíamos a cenar o a pasear, el trabajo me estaba consumiendo.  

En aquel entonces cuando me tope con mi amiga Fernanda, amiga de la universidad, quien recién estaba buscando trabajo, no dude en contratarla como mi asistente ya que en la universidad ella era la numero uno. Pronto Fernanda se convirtió en mi mano derecha, nos dividimos el trabajo y eso me ayudo bastante, pero la relación con mi prometida fue empeorando. 

La presencia de Fernanda en mi vida trajo consigo un giro de 180 grados a mi vida. 

Fernanda no solo se fue haciendo cargo de mi trabajo, poco a poco me fue desplazando, y yo deje de hacerme cargo del hotel, acompañado a eso, secretamente Fernanda estuvo dándome hormonas femeninas, que no solo provocaron que mi cuerpo masculino se volviera femenino sino que gracias a eso, la relación con mi prometida se fue complicando. Mis nuevos rasgos femeninos orillaron a mi esposa a ir a los brazos de otro hombre.

Mi prometida me abandono, y Fernanda me sugirió que me tomará unas vacaciones para ese entonces los cambios en mi cuerpo eran muy evidente tanto que me hacían odiar mi cuerpo, en las noches lloraba por lo que le estaba pasando a mi cuerpo. Después de algunas semanas luego de mis vacaciones Fernanda me propuso ir al trabajo como mujer, ella insistio tanto, diciendo que sería divertido, y extrañamente termine aceptando su propuesta. Fue así que con una peluca negra, algo de maquillaje y ropa de mujer que se ajusto a mi cuerpo perfectamente asistí al trabajo como una mujer. 

Al principio me sentí super avergonzado de ir al trabajo en tacones, no muy altos afortunadamente, con una falda larga ajustada que dejaba ver el contorno de la ropa interior que estaba usando, también la blusa blanca de tela bastante transparente que se veía el brasier que Fernanda me insistió en usar. Mis colegas y subordinados varones no dejaban de mirarme, presentía que me habían reconocido y que se estaba burlando de mi a mis espaldas, pero resulto que en verdad sus miradas eran de lujuria, solamente me miraban como a cualquier otra mujer, eso lo supe porque Fernanda me lo dijo. 

Marcela fue el nombre que Fernanda eligió para mi nuevo personaje femenino y yo estuve de acuerdo, después de todo no quería que me llamara con mi verdadero nombre en frente de todos en la ofician. Durante ese dia Fermanda me estuvo tratando como su asistente, le prepare café, estuve contestando algunas llamadas, y fue difícil y bastante vergonzoso por que tuve que hacer que mi voz luciera como la de una mujer. 

Fernanda me obligo a trabajar como su asistente por una semana, por supuesto no quería hacerlo pero extrañamente no podía decirle que no y termine haciendo lo que Fernanda me dijera. Sin embargo después de finalizar la semana Fernanda me dio la terrible noticia de que yo es decir Santiago ya no seguía trabajando en el hotel, Fernanda se había convertido oficialmente en la Directora general. Yo simplemente me puse a llorar y no podía parar. Fernanda me dijo que como Marcela su asistente no era muy eficiente y que tampoco podía trabajar para ella. En ese momento me di cuenta que había perdido mi puesto como gerente, me había convertido en una especie de mujer y que siendo Marcela me estaban despidiendo por no dar la talla como asistente. 


Fernanda me dijo que me podía ofrecer un trabajo en el hotel, yo como si se me iluminara la vida le dije que haría cualquier cosa, ya que después de todo me había quedado sin trabajo y sin una fuente de ingresos.

Ahora después de un mes de capacitación, tengo el trabajo de mucama en el hotel donde antes solía ser el director general, Ahora no tengo muchas responsabilidades y mi trabajo no es na da estresante, por alguna razón me siento feliz de mi trabajo ya que siento que lo hago muy bien. Pero no solo trabajo en el hotel como mucama, desempeñe tan bien mi trabajo que cada dos días voy a la casa de la señorita Fernanda y limpio su casa, la Señorita Fernanda es muy buena conmigo no se que sería de mi sin ella.



Mis comentarios (De cierta manera Fernanda cambio la vida Santiago para mejor, ahora Marcela vive feliz con su vida y su trabajo).


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