Solía ser un hombre de familia pero abandoné mi vida como hombre y ser humano para convertirme en un maniquí femenino. Me someti e a varias cirugías muy complicadas pero los cirujanos hicieron una increíble trabajo, por supuesto me quitaron las extremidades y lo que quedó de mi fue sellado con un plástico especial, pero eso no me importaba ya que siempre me sentí a traído por los maniquíes de anatomia completa de mujeres hermosas.
Alcance ver poco pero pude ver en un espejo que tenía unos lindos pechos firmes de plástico y lo que había en mi entrepierna era muy realista, mi cintura también era muy delgada. También de reojo me mostraron cuáles serían mis piernas y brazos una vez que me armarán por completo.
Al principio tardé en un almacén hasta que una persona me compro y me llevaron a su tienda de ropas. Ahí me armaron y me pusieron mis piernas largas y mis brazos largos y delgados, realmente disfruté me me tratarán como un simple objeto sin vida, las empleadas de la tienda me pusieron lo que parecía ser lencería y luego descubrí que me pusieron en la sección de lencería, me sentía realizado de que me usarán para exhibir ropa interior femenina, estuve mucho tiempo en la sección de lencería y siempre me cambiaban la lencería, por lo que pude ver gracias a un espejo que había cerca me pusieron brasieres de todo tipo, calzones de encaje incluso tangas e hilos y también baby dolls, muchas mujeres se acercaban a mi solo para admirar la ropa interior que llevaba puesta sin importarles el maniquí pero no faltaban las mujeres que admiraban mi cuerpo delgado y perfecto con envidia, "ya quisiera tener un cuerpo así para usar esa ropa" eso fue solo algunas de las frases que escuché de algunas mujeres.
Paso mucho tiempo hasta que me quitaron de la seción de lencería y me pusieron en el escaparate principal de la tienda donde podía ver pasar a mucha gente, me pusieron junto con otros maniquíes para exhibir los vestidos de la tienda, recuerdo que me pusieron vestidos de quinceañeras y vestidos blancos de bodas.
Realmente deje de contar los días para no volverme loco después de todo ya no podía hablar ni moverme, tampoco necesitaba comer ni beber agua, realmente no sé que tanto hicieron los cirujanos para lograr convertir a un ser humano en un maniquí de verdad y que pudiera vivir tanto sin las necesidades biológicas básicas.
Con el tiempo comencé a aburrirme y comencé a extrañar a mi familia, comencé a arrepentirme de lo que había hecho pero evidentemente yo estaba atrapado en este cuerpo de plástico.
Un día vi a una chica joven que me resultó muy familiar "mamá este vestido está hermoso" escuché decirle a la chica a una mujer a la cuál reconocí al instante, se trataba de Brenda mi esposa pero no se veía como la recordaba, aún así era ella sin duda alguna solo que parecía algo mayor, entonces supose lo obvio la chica con la que estaba mi esposa se trataba de Daniella mi hija, la última vez que la ví tenía 4 años y por lo que escuche de su conversación estaba buscando un vestido para su bodas. Realmente me espanté demasiado habían pasado ya tantos años y yo aún seguía atrapado en este cuerpo de maniquí, fue un shock pero lo que quise hacer en ese momento era hablar con mi esposa e hija y abrazarlas pero ya no podía hacerlo, mi esposa e hija siguieron su conversión y me enteré que mi esposa se había vuelto a casar. Mi hija quedó encantada con el vestido de novia que yo estaba usando, o mejor dicho que el maniquí estaba usando desde el punto de vista de mi hija así eran las cosas, mi hija le pidió a la vendedora en turno que quería probarse el vestido así que me lo quito y mi hija se lo fue a probar mientras me dejaron desnuda a la vista de mucha gente las cuales me ignoraron pero algunos hombres y adolescentes me miraban como si vieran a una mujer desnuda de verdad.
La vendedora en turno me puso un nuevo vestido diferentes al que traía puesto y ví a mi hija y a mi esposa salir de la tienda con una bolsa de compras de la tienda, sentí una gran tristeza de que mi familia siguiera con su vida sin mi, pero no podía culparlas el que las abando para vivir mi fantasía de ser solo un maniquí femenino fui yo y ahora estaba destinado a seguir viviendo como de esta forma por quién sabe cuánto tiempo, lo que me confortó en ese momento era que al menos mi hija usaría el mismo vestido de novias que yo use por un largo tiempo y de alguna forma yo estaría presente en su día especial.
Fin
Que triste final, pero nimodo, se lo merecía
ResponderEliminarConcuerdo
EliminarXmarilix
ResponderEliminarSi se ponen a ver aún pese a que no puede hablar con su esposa e hija el debe de saber que el mismo fue el que llegó a esa situación
No creo que sea culpa de nadie su actual estado
Además el cumplió su sueño de ser un hermoso mannequin inanimado el cual es propiedad de una buena tienda de ropa femenina
Además sospechoso que en poco tiempo su mente tiene que cambiar para adaptarse a su nueva realidad
De seguro comenzará a olvidar su verdadera identidad