jueves, 2 de julio de 2020

Todo un fin de semana como una niña usando pañales. Ultimo Capitulo

Después de mucho, mucho, mucho tiempo termine de hacer esta historia, espero que sea de agrado a aquellos que estaban esperando y pidiendo este continuación, para ser sinceros es difícil continuar estas historias que hago algo largas. Tengo un sin fin de borradores que aun no he terminado espero algún día terminarlos y publicarlos :D Aveces tengo una idea, escribo pero el tiempo me gana y luego es difícil agarrarle el hilo otra vez a lo que estaba escribiendo. 

De antemano me disculpo si me comí alguna falta de fotografiara, sobre comas, puntos etc.  

Sofia 6 años
Mario/ Mariana 2 casi 3 años
Valeria Mamá de Mariana y Sofia

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>>>>>>>> Capitulo anterior <<<<<<<<<

Estaba sufriendo por dentro, ahí estaba yo usando un uniforme de niñas me sentía tan avergonzando, pero realmente al verme al espejo me di cuenta que no había nada de raro, solo era una niña pequeña usando su uniforme de la guardería, una niña que se veía adorable, pero por dentro yo sabia que era un chico de mucho más edad, sin embargo las humillaciones seguiría cuando mi madre entro en la habitación y dijo. 

Velaría - Niñas porfavor apúrense o llegaremos tarde a la iglesia. 

Me había olvidado por completo que mi mamá nos obligaba a ir a la iglesia. 

Valería - Sofi puedes ayudar a tu hermania con su ropa
Sofía - Claro mamá.
Valería - Gracias cariño.

Por supuesto no quería salir de casa, ir a la iglesia significaba que saldría como niña en publico. No quería ir mucho, menos salir vestida de niña, pero no era como si mi mamá me escuchara y me permitiera ir con pantalones, en los días como niña me no tenia voz ni voto eso ya lo sabía pero era lo que más me molestaba. Sofía alegremente saco un vestido rosa. Primero me ayudo a quitarme el uniforme para luego ayudarme a ponerme el vestido, era bastante vergonzoso que mi hermana menor me ayudara a vestirme, no me gustaba la idea de haberme convertido en la hermana menor de mi propia hermana menor y estar a su merced. 

Me sorprendía cuando Sofía me dijo que me quitara las braguitas que tenia puesto, no sabía bien por que pero luego lo supuse cuando tenia en sus manos otro típico pañal rosado de los que había estado usando todo el tiempo. 

-Pol que, no quelo usal un pañal- dije casi apunto de llorar, Sofía me había dicho que no iba a usar pañal, pero me estaba diciendo que me vuelva a poner uno, estaba confundido.

Sofia - Lo siento Marianita, pero una cosa es no usar pañal en casa y otra es fuera de casa, solo es por prevención, a penas estas en entrenamiento para dejar tus pañales, es por si no te aguantas. 

-No quelo, no quelo, no quelo- empece a decir mi niña interior se descontrolo y empece a hacer rabietas, no estaba al cien por ciento consiente de lo que estaba haciendo y de como me comportaba, por eso fue fácil para Sofia manipularme.

Sofía - Marianita no hagas berrinche, recuerda que las niñas buenas no se comportan así, esta sera la ultima vez que usas pañal si te esfuerzas y hoy no mojas tus pañales para el próximo domingo iras sin ellos. 

Por alguna razón me emocione y estaba mas que dispuesto a esforzarme para ser una niña grande y no mojar mis pañales, cuando me percate de que acepte usar los pañales fue tarde, Sofia me ayudo a ponerme el pañal y luego las bragitas. Luego peino mi cabello y me hizo dos coletas, por ultimo me ayudo a ponerme las calcetas blancas que llegaban a mi rodilla y luego me puso unos zapatos negros brillosos. 
Luego de estar lista Sofia me dijo que me quedara esperando como buena niña mientras ella se vestía, por alguna razón hice lo que ella me pidió, sin protestar me distraje  jugando unas muñecas mientras que Sofia se desvestía y se ponía su vestido. por un segundo sentí una gran admiración por Sofia mi hermana mayor, quería ser como ella y hacer las cosas por mi propia cuenta, pero rápidamente después de eso recupere la cordura, -maldición en que diablos estoy pensando, soy un chico no una niñita, no quiero ser como Sofia ella no es mi hermana mayor es mi herma menor, ¡rayos! de repente me daban estos ataques donde me olvidaba quien era en realidad y pensaba que en verdad era la pequeña Marianita la hermana menor de Sofia, tenia miedo ante estos ataques pues pensaba que perdería mi verdadera identidad y me convertiría en una niña boba. 

Mi madre regreso a la habitación y ella ya estaba arreglada, se veía bastante linda, nuevamente sentí una gran admiración, pero esta vez por mi madre, se veía tan linda con su ropa y maquillaje, me vino un impulso de usar lo mismo que ella, nuevamente me dije a mi mismo, -Rayos ya deja de pensar esas cosas raras- Me puse a pensar que tal vez este sentimiento fue lo que motivaba a algunas niñas a vestirse con la ropa de sus madres ya que querían ser como ellas. 

Valeria - Sofia muchas gracias hija tu hermana quedo linda, veo que eres una excelente hermana mayor. 
Sofia - Gracias mamá, me gusto mucho, arreglar a Marianita. 
Valeria - Ven cariño déjame arreglar tu peinado. 

Mientras mamá peinaba a Sofia, solo pensaba en que no se diera cuenta que yo estaba usando un pañal pero al final Sofia le termino contando, para mi horror mi madre dijo -Me leíste la mente hija, estaba pensando que lo mejor era que Marianita llevara unos pañales puestos, incluso llevare unos de repuesto. Ya las tres estábamos listas, para ir a la iglesia, yo con mi estúpido vestido rosa y además usando pañales, pero antes de salir de la casa mi madre me dijo - Marianita, ahora vamos a la iglesia y espero que te portes como una buena niña, si te portas mal te voy a castigar a sí que espero que te comportes y no hagas ningún berrinche, ¿entendido señorita? Yo solo asentí con la cabeza y luego le dije .Sí mami. 

Cuando nos subimos en el auto Sofia y yo subimos en la parte trasera, pero mamá me puso en un asiento especial para bebes, me sentía impotente pero no proteste, sin embargo Sofia parecía disfrutar viéndome sentado en un asiento para niños pequeños. Ahí estaba yo como una niña usando un vestido. un pañal, peinado con dos coletas y sentado en en asiento para bebes y mi herma disfrutaba viéndome en ese estado, creo que disfrutaba ver a su hermano mayor quien antes la molestaba reducido a ser físicamente niña pequeña que además tenia que vestirse y comportarse como una. 

Para mi sorpresa me quede dormida hasta que llegamos a la iglesia, solo escuche cuando mamá me estaba levantando y diciéndome que ya habíamos llegado a la iglesia, cuando baje del coche Sofia estuvo sosteniendo mi mano, por alguna razón me sentí humillado, antes de que la misa empezara aunque ya era tarde vi a varios niños jugando, recuerdo haber visto a uno niños corriendo y luego vi a un par de niñas jugando algún tipo de juego con las manos, lo normal era simplemente ignorar a esos niños y niñas, pero debido a hechizo o al menos eso pensaba, yo quería jugar con las niñas me dio una especie de curiosidad jugar a lo que ellas estaban jugando, no me llamaba la atención estar gritando y corriendo como aquellos niños, solo pude pensar que si jugara como ellos seguro mamá me regañaría si por estar corriendo me tropezara y ensuciara mi lindo vestido. 

La misa ya iba a comenzar y Sofia mi jalo para seguirla, por una parte me alivie de no jugar con aquellas niñas, no se en que estaba pensando en querer jugar con ellas, pero por otra parte me sentía deprimida por no hacerlo. La misa transcurrió sin nada en especial, resulto algo aburrida y en ocasiones casi me duermo pero me contuve para no hacer un berrinche, creo que me comporte muy bien demasiado diría yo, realmente fui la perfecta niña educada que cualquier madre desearía. Lo supe porque en el transcurso de la misa había un niño era uno de los niños que había visto que estaba corriendo como y saltando como mono, él estaba como dos filas adelante y se estuvo comportando muy mal durante la misa. 

Al finalizar la misa mi madre se topo con algunas mujeres que parecían ser sus amigas o algo así. No pensé que podría suceder algo con ellas pero luego lo humillante se hizo presentarme. Las mujeres se acercaron ami y solo podía escuchar, que decían:

Se ve linda con ese vestido.
Veo que ya creció mucho desde la ultima vez que la vi
Se ve como una muñeca con esas coletas
Quiero una hija como ella.

Mi madre me pidió que les dijera a las mujeres como me llamaba, estaba tan avergonzado cuando les dije que me llamaba Mariana. Una de las señoras me pregunto que si quería ir a vivir con ella, quería convencerme con comprar muchos vestidos lindos para que los usara, así lo dijo ella, pero obvio le dije que no, otra señora dijo que era una buena niña, por como me había comportado durante la misa, "las niñas son mas tranquilas que los niños" dijo, en ese momento ella me comparo con su hijo que era muy travieso y que no obedecía, supe que él niño que vi corriendo y el que estuvo comportándose mal durante la misa era el hijo de esa señora. No me agradaba la idea de que esa señora me considerara como la niña perfecta cuando en verdad era un chico, en ese momento recordé que cuando era un niño yo solía comportarme mal, nunca le hacia caso a mi madre pero ahora siendo una niña simplemente la obedecía y me estaba comportando como una niña buena y ante los ojos de mi madre, mi hermana y esas señoras incluso de cualquier otra persona en verdad parecía ser una niña buena. Ya no podía soportar que otras personas me vieran y me trataran como una niña pequeña, afortunadamente mi nos fuimos de la iglesia no sin antes pasar por otra humillación. Bajo mi punto de vista mi madre se tardo hablando con esa señoras y en eso Sofía se encontró con sus amigas y fue a jugar con ellas, no me llevo con ella porque eran más grandes y básicamente no quería cuidar de mi, nuevamente me sentí triste una parte de mi quería ir a jugar como cualquier otra niña, pero una parte pequeña de mi me decía que estaba bien no ir a jugar con Sofia y sus amigas, mientras mi madre y Sofia estaban el lo suyo empece a tener ganas de ir al baño, pensé que podía aguantar a pesar de tener un pañal, tenia la esperanza que mamá me llevara a un baño, y así demostrarle que ya era una niña grande,  ese fue un pensamiento estúpido aunque fue lo primero que se me paso a la mente la verdad era que no quería hacer pipí en mi pañal como una tonta bebe no quería sentir esa humedad caliente en mis piernas otra vez. No se si lo considero afortunado pero una de las señoras noto que me comportaba extraño, mi madre me pregunto si estaba bien y le dije que quería ir al baño, para mi buena suerte mi madre se despidió de las señoras para llevarme al baño, pero para si sorpresa habían cinco personas haciendo fila para entrar al baño. Mi madre me pregunto si podría aguantarme a pesar de que ella sabía que traía puesto unos pañales no me sugirió que me hiciera en ellos, trate de aguantar lo más que pude solo faltaban dos personas más pero llegue a mi limite lo más humillante era que me estaba poniendo en cuclillas para hacer pipi, cuando realmente me di cuenta de lo que estaba haciendo me pare pero ya era demasiado rápido mi orina empezó a salir se sintió bien la liberación de mi vejiga pero de repente me entro el llanto, llore por haberme orinado, pero mamá me tranquilizo después de todo tenia puesto pañales así que no manche mi ropa, no obstante mi madre y yo esperamos en la fila hasta que pudimos entrar, ella se levanto el vestido que tenia puesto bajo sus ropa interior y se sentó en el inodora a orinar. "Que haces" le dije recuerda que soy tu hijo en ese momento yo era Mario y en definitiva era como un shock ver a mi madre casi desnuda orinando tape mis ojos antes de ver su vagina, aunque ya había visto la de mi hermana no se compara con la de una mujer adulta, después de todo era un hombre y por supuesto a Mario le gustaban las mujeres y eso incluía todas las pares del cuerpo de una mujer, pero en definitiva no quería  ver las partes privadas de mi propia madre. Me tape mis ojos y escuche que mi madre me diga. "En este momento eres mi hija y yo tengo lo mismo que tu ahí abajo así que no hay nada de malo" Sus palabras hicieron efecto en mi mente de repente baje mi mirada viendo en dirección a mi entre pierna, me puse a pensar que lo que decía mi madre era verdad bajo mi vestido y mi pañal yo era exactamente igual a mi madre. Frente a mi madre vi como ella se limpiaba y se ponía sus ropa interior y se acomodaba el vestido, simplemente me sorprendió y empece a pensar que mi entre pierna se vería como la de mamá algún día, en ese instante Mariana se apoderaba de mi mente pero luego Mario recobro el control me sentí avergonzado por tener en mi cabeza la imagen de la entre pierna de mi madre y peor aun pensar que mi entre pierna se vería como la de ella cuando fuera una mujer adulta. Me puse de espalda a mi madre mientras tanto ella levanto mi vestido y me pidió sostenerlo para que me quitara el pañal, ella me volteo para que estuviéramos de cara en cara por supuesto ella se agacho para poder cambiarme el pañal, cuando por fin me quito el pañal me señalo mi entre pierna y pude ver su mirada "vez tienes lo mismo que yo ahí en las pernas" me sentía avergonzado y me tape la entrepierna con mis manos dejando caer mi vestido, "No exageres que no es la primera vez que te cambio los pañales y veo que ya no tienes un pene" Esas ultimas palabras me hirieron aun más. Al final mi madre me limpio y me puso otro pañal, cuando salimos del baño empezó a buscar a mi hermana para regresar a la casa. 

De regreso a mi casa en el coche re repitió lo mismo mama me puso en la silla de seguridad para bebes y en el transcurso me quede dormida, cuando desperté mamá me tenia en sus brazos y me estaba llevando a mi cuarto para dormir me acostó y empezó a quitarme los zapatos y calcetines, aun sentía sueño así que me quede ahí acostada, pensé que eso era lo mejor dormir hasta que esta día terminara me quede dormida hasta que desperté pero aun era de noche logre por supuesto aun no era de mañana y aun seguía siendo una niña. 

Mi madre fue a buscarme y me llevo a la sala. Ya en la sala me empezó a decir si ya había aprendido mi lección, por supuesto le dije que sí y que nunca le volvería hacer nada a mi herma Sofía. Después de hablar con mi madre Sofía se acerco a mi y me pidió que jugara con ella, me lo pidió amablemente y dijo que quería jugar con su hermanita marina a una ultima vez, eso mismo me hizo dudar quise negarme pero mamá me dijo que lo hiciera así que durante un par de horas Sofía y yo estuvimos jugando como dos verdaderas hermanas, para mi sorpresa me divertí mucho jugar con Sofía jugamos con muñecas y a la fiesta del te incluso a las mamas yo estaba tan metido en el juego que incluso tenia a mi propia bebe, trataba a ese juguete como mi verdadera bebe que incluso le cambie el pañal. Sofía me pregunto si me estaba divirtiendo y le dije que si, ella dijo que se disculpaba por haberme dejado sola y haberse ido a jugar con sus amigas. Estaba tan metido en ser la pequeña Mariana que no me molesto cuando mi madre dijo "Niñas levanten sus juguetes que ya es hora de cenar" simplemente le hice caso aunque me sentí algo triste al saber que era la ultima vez que jugaría con mi hermana Sofía de esa misma manera. Sofía noto mi tristeza y me pregunto si quería volver a jugar con ella, "sí" le conteste pero la verdad, la que contesto en realidad fue Mariana y no Mario. Sofia me hizo otra pregunta y Mariana contesto alegre y afirmativamente. En ese momento no me había percatado de lo que estaba diciendo Mariana estaba apoderándose de mi mente me era difícil poder concentrarme y pensar racionalmente en lugar de dejarme llevar por las emociones del momento. 

Sofía y yo guardamos los juguetes y fuimos a lavarnos las manos al baño, luego salimos corriendo al comedor, mamá nos esperaba ahí con la comida, mi cena era verduritas con trocitos de pollo sin duda un plato para bebes en crecimiento pero no me importo decidí comer sola para demostrar que ya era una niña grande cuando termine, mamá y mi hermana me felicitaron por haber comido sin que mamá me criara. Después de cenar me lave los dientes y mamá me llevo a la cama, me puso mi pijama y me arropo y también me dijo "Mariana me encanto tenerte este fin de semana", le di las buenas noches y me quede ahí acostada, recordando lo que viví ese fin de semana, recordando más atrás me di cuenta que yo era Mario y mi madre me había convertido en una niña por molestar a mi hermana menor incluso me di cuenta que en todo este tiempo desde que regresamos de la iglesia estaba usando un pañal e incluso estaba jugando con muñecas con mi hermana menor Sofia, de recordarlo pensé que realmente era patético por haber caído tan bajo, sin embargo recordé que este era el ultimo día, estaba ansioso de dormirme para luego despertar siendo yo de nuevo, pero no tenia sueño, cerré mis ojos para intentar dormir y sin darme cuenta realmente me dormí. 

Cuando desperté al día siguiente note como mi cuarto había vuelto a la normalidad ya no lucia como el cuarto de una niña pequeña, era mi verdadero cuarto rápidamente lleve mis manos a mi entre pierna solo para confirmar que mi amigo estaba de vuelta, me levante de la cama y fui al baño hice pipí como un hombre se sintió tan bien hacerlo parado y sin miedo a mojar unos pañales. Era lunes y por supuesto era día de ir a la escuela, me vestí para ello, había extrañado mucho usar boxers y pantalones, después de vestirme fui a la cocina donde estaba mi madre preparando el desayuno, no hizo ningún comentario sobre lo que sucedió el fin de semana lo cual me pareció lo mejor.  Sofía aun seguía durmiendo así que no tuve que verla en la mañana, recordando que lo que me había sucedido era su culpa pero debía comportarme bien con ella de lo contrario sabia de lo que mamá era capaz de hacerme. 

A casi una semana de regresar a la normalidad note que me el haberme convertido en una niña pequeña me había afectado mentalmente, quiero decir en más de una ocasión veía a Sofia mi hermana menor como mi verdadera hermana mayor, cuando esta frente a ella la trataba con mucho respeto obviamente deje de molestarla pues no quería que mamá me convirtiera en Mariana de nuevo. Tambipen tuve muchos suelos extraños donde yo era nuevamente Mariana y jugaba con otras niñas en el parque y parecía estar disfrutándolo, también soñaba que estaba con Sofia y me trataba como su pequeña hermanita, en mis sueños veía a Sofia como mi gran hermana mayor a la cual quería y admiraba mucho. Pero lo que más me empezó a preocupar era que por alguna razón empece a orinarme en la noche, sin embargo afortunadamente me levantaba casi a tiempo para evitar mojar las sabanas sin embargo mis Boxer siempre terminaba algo empapado. Un día cuando salí de mi casa para ir a comprar algo en la tienda más cercana, pase por un parque donde vi a unas niñas jugar alegremente algo dentro de mi quiso ir corriendo a jugar con esas niñas pero por supuesto me contuve, me senté en una banca y estuve observando a las niñas jugando, por alguna razón empece a pensar que al haber sido una niña por unos días pude aproveche de olvidar los deberes y responsabilidades, en mas de una ocasión me divertí jugando con Sofía o al menos Mariana lo hizo mientras que Mario simplemente estaba durmiendo. Entre mis pensamiento decidí irme del parque pues las madres de las niñas empezaban a verme raro. 

Ya tan rápido paso una semana, acostado en mi cama solo recordando que el anterior fin de semana realmente me la pase terrible no solo mi cuerpo se transformo en la de una niña pequeña sino que mi personalidad se estaba perdiendo poco a poco y una nueva personalidad estaba apoderando mi mente, realmente estaba aterrado de olvidarme quien era en realidad y de que la personalidad de Mariana se apoderara de mi vida.

Hace unos momentos me desperté y descubrí algo muy extraño, para empezar mi cuarto había sido cambiado de nuevo, el cuarto de Mariana había regresado, pero el cuarto no era lo único mi cuerpo también cambio, nuevamente me había convertido en Mariana la niña pequeña, me estuve preguntado porque rayos volví a ser Mariana, sino había molestado a Sofía, cuando de repente vi a Sofia entrar a mi cuarto. 

Sofía - Mi linda hermanita te extrañe esta semana pero cumplí mi promesa.

Mariana - ¿Qué promesa? 

Sofia - Supongo que no lo recuerdas pero no importa es lo que querías así que ya esta hecho. 

Mariana - Tengo que hablar con mamá para que me regrese a la normalidad. 

Sofía - Mi linda hermanita, ya no podrás volver a ser un chico ahora y para siempre seras mi hermanaita Mariana. 

Mariana - Pero que dices...

Sofia - El domingo pasado te pregunte si querías ser mi hermanita para siempre y tu contestaste felizmente que sí querías. Y te prometí que te convertiría en mi hermanita para siempre. 

Mariana - Como pudiste hacerme esto le diré a mamá...

Sofía - Por mas que se lo digas mamá ya no recuerda tener un hijo llamado Mario ella solo recuerda tener dos hijas, Sofía y Mariana. 

Mariana - ¡EH! mamá no me recuerda pero... eso... significa que....

Sofia - Para ser una niña pequeña lo entendiste bien, mamá no recuerda a Mario porque ella no hizo el hechizo, fui yo, y por más que le digas no te va a creer, después de todo cuando estés frente a ella solo saldrán balbuceos y cuando puedas hablar perfectamente se te habrá olvidado que alguna vez fuiste Mario mi terrible hermano mayor. 

Mariana - No, no, eso no puede ser, no quiero ser una niña, ni vivir mi vida como una mujer, no, no no, quiero ser un chico de nuevo no quiero ser una niña nooooooo. 

Valeria - Que sucede, Sofía por que esta llorando Mariana. 

Sofia - Creo que Marianita volvio a mojar las sabanas. 

Valeria - Hay mi pequeña, ya no llores, no llores, supongo que aun no estas lista para para dejar los pañales, vamos nena vamos a quitarte esa ropa mojada, ya cielo deja de llorar no es para tanto, no seas una niña llorona. Sofia ayúdame con tu hermanita ve a buscarle algo de ropa limpia en su cajón y ayúdala a cambiarse mientras quito las sabanas mojadas. 

Sofía - Claro mami. 

Aqui estoy llorando como una niña llorona tal y como mi madre me acaba de decir, no puedo dejar de llorar al saber que jamas volveré a ser Mario, Sofía me dejara así para siempre y eso me aterra sere su hermana menor para siempre. 

Sofia - (Me gusta mucho tener una hermanita, siempre quise una y ahora la tengo de seguro la pasaremos muy bien juntas seremos las mejores hermanas del mudo). Ven Marianita vamos a cambiarte esas bragas mojadas por unas limpias, no llores recuerda que hoy vamos a la fiesta de tu nueva amiguita alégrate por eso no te parece genial, podrás vestirte de princesa, lo que tanto de gusta ¿Verdad?



9 comentarios:

  1. Lindo final , me encantó muy buen trabajo nwn

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  2. Que buen final
    Buen trabajo

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  3. Estaría excelente que terminaras con esta historia, no nos dejes con la duda por favor:(

    https://genderbenderesp.blogspot.com/2017/06/mi-nueva-vida-como-una-mujer-mayor.html?m=0

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  4. Te ofrezco humildemente mi blog con historias 100% reales con mi sumisa.

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  5. Buen Final. Tenia miedo a que no lo hubiera o fuera un final malo o apresurado. Excelente Trabajo. Gran blog

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  6. Esta bien linda la historia es un final un poco agridulce :3

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  7. Está historia ya tenía más de un año -_-

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  8. UN BUEN FINAL SE TARDÓ PERO BUENO

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  9. Uffffffff te luciste mis respetos

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