No se si estoy haciendo lo correcto

Laura mi vecina era una mujer muy hermosa de unos 35 años, un día de la nada mientras platicamos y ella me propuso intercambiar cuerpos por una semana, pensé que estaba loca, algo así no podía ser verdad, pero al final me convenció. Intercambiamos cuerpos, ella fue la que se encargo de hacerlo posible, en el primer día me sentí completamente extraño, tener un culo gordo y tetas enormes, incluso tener una vagina en lugar de mi pene. Pero por extraño que suene, al segundo día me sentí fresco lleno de vida, parecía que me había acostumbrado a mi nuevo cuerpo, me encantaba tener mis tetas enormes, me obsesiones con la lencería  de Laura, me encantaba ver mi cuerpo cubierto con esa ropa interior la cual me hacia lucir tan sexy. Las medias negras que cubrian mis hermosas piernas, la braga de encaje que cubría perfectamente mi entrepierna lisa y mis enormes nalgas. Las tiras del sostén en mi espalda siempre me recordaban lo pesadas que eran mis tetas. Empezó a gustarme ser un a mujer, también me gustaba maquillarme. Como era de esperar Laura trabajaba y yo fui en su lugar, su trabajo no era difícil en el trabajo encontré a un hombre el cual por alguna razón siempre que estaba con él, mi corazón latía fuertemente  luego me di cuenta que estaba enamorada de él, ¿me había vuelto gay? me gustaba un hombre y no solo de forma sentimental también física. Fui a cenar con él dos veces y me sentina feliz y triste pues l semana terminaría y yo volvería a mi cuerpo, sin embargo no quería volver quería quedarme como Laura mas tiempo. Así que lo hable con la Laura original y ella me dijo que era posible estar más tiempo así con los cuerpo intercambiados, solo que de hacerlo sería para siempre. Laura estaba feliz de estar en mi cuerpo juvenil de 22 años, sin duda mi vida como hombre era genial, tenia un buen físico, y la novia más linda y sexy de la uni. ¡Dios! estaba dispuesto a abandonar mi vida como hombre y vivir por el resto de mi vida como una mujer que es como 10 años mayor, sin embargo la idea me parecía muy emocionante. De pronto un arduo deseo de ser una mujer para siempre surgió en mi, así que le dije a la original Laura que estaba dispuesto a ser ella por el resto de mi vida. Ella dijo que para hacerlo debíamos tener sexo y corrernos al mismo tiempo, así que aquí estoy, besando a mi antiguo cuerpo, a punto de quitarle los pantalones para que mi antiguo pene entre por mi nueva y futura propia vagina. Todo esto es tan emocionante y excitante al mismo tiempo realmente no se si estoy haciendo lo correcto. 

Fin