Después de mi terrible transformación de hombre de 54 años a una mujer de unos 15 años mi vida se derrumbo, perdí mi trabajo, y la autoridad en mi familia. Yo era el hombre la casa y se hacia lo que yo decía, pero eso quedo atrás, mi hijo mayor se quedo con el puesto del hombre de la casa, mi esposa corto todo laso de intimidad conmigo. No me dejo besarla o dormir con ella. Mi propia ropa ya no me quedaba así que empece a usar la ropa de mi propia hija, no me gustaba hacerlo pero era la única ropa que me quedaba, y con mis nuevo cuerpo era lo que necesitaba, usar bragas y un sostén para mis nueva vagina y pechos en crecimiento. Mi hija se molestaba por que su madre la obligo a compartir su ropa conmigo. Me sentía mal al escucharla decir que no quería que yo usara su ropa. Los días se volvieron semanas y así hasta que tuve mi propia habitación y mi propia ropa, mi hija me ayudo a escogerme ropa de todo tipo, desde pantalones hasta faldas y vestidos casuales, y también ropa interior bastante. Mi esposa se encargo de traer el dinero a la casa, junto con mi hijo quien trabajaba medio tiempo después de salir de la universidad, mi hija iba a su escuela mientras que yo me quede como la cenicienta de mi propia casa, me dolió cuando mi esposa me dijo yo iba ser la encargada del aseo de la casa ya que ella iba a trabajar y regresaría cansada de ello. Como no sabia cocinar me dijo que no me preocupara por eso que ella se encargaría, sin embargo si me mando a comprar los ingredientes necesarios. Mi esposa me dijo que podía ayudar lavando los platos, del desayuno y barriendo la casa, lavar la ropa de todos y planchar la que fuera necesario. Así estuve por varias semanas, me volví una experta en los que hacerse del hogar. Por alguna razón me sentía bien haciendo esas tareas, olvidaba el hecho que me había dejado de ser un hombre, había perdido mi trabajo y ya no tener sexo con mi esposa. Perdí de vista cuando deje de llamar a mi esposa por su nombre y empece a decirle mamá, por otro lado ella empezó a decirme hija, mamá obligo a mi hermana/hija a ayudarme con los que hacerse de la casa. Cuando estábamos en la casa solas, mi hija/hermana y yo, ella me platicaba de la escuela y sus amigas, del chico que le gustaba entre otras cosas, por alguna extraña razón la idea de querer hacer lo mismo que ella me empezaba a invadir poco a poco. Sin darme cuenta de como me comportaba mi hija me dijo que parecía una chica de verdad, bromeando le conteste que era una chica de verdad igual que ella físicamente. ella contesto, es verdad pero yo no me refería a lo físico. No sube a que se refería en ese momento, de cierta manera no es como si tuviera un espejo frente a mi todo el tiempo para comprobar que mis gestos y movimientos eran muy femeninos. Mi hija/hermana dijo que seria bueno que fuera a la escuela para que interactue con personas de mi nueva edad. Poco a poco mi hermana/ hija me convenció no solo a querer ir a la escuela sino a abrazar mi nueva vida como su hermana y como una chica. Aunque en la casa usaba faldas y vestidos casuales ir a la escuela con falda era vergonzoso, varias miradas se fijaban en mi, en mi mente invadía la idea de que las chicas me veían como un bicho raro y por otra parte parecía ser que mi falda era muy corta y mostraba mas de lo que debería, sabia perfectamente que los chico solo me veían como carne nueva, tal como yo solía hacerlo. Mi hermana me tranquilizo, y me dijo que ella estaría allí para ayudarme con cualquier cosa. Extrañamente yo un ex graduado de la universidad no recordaba nada de la secundaria. pensaba que en el primer día sorprendería a todos por ser inteligente pero no resulto de esa manera. Pronto al pasar los meses estaba apunto de reprobar una materia, pero por fortuna un chico amablemente se ofreció a ayudarme, sabia bien sus intenciones pero deje que me ayudara, también pensaba que no me iba a distraer pero por alguna razón las pequeñas bromas que decía ese chico me hacia reír, en las sesiones de estudio me distraía mucho al ver a ese chico, pensando miles de cosas, como ¿sera que le gusto? ¿me pedirá salir con él a cambio de ayudarme a pasar la materia? ¿qué pesara si le digo que antes era un viejo? ¿si me pide ser su novia y acepto.. qué sucederá luego? ¿nos besaremos? ¿me tomara de la mano? ¿cómo reaccionaria mamá al saber que tengo novio? ¿tendremos sexo? ¿cómo se siente tener sexo como mujer? así un sin fin de preguntas, me di un par de cachetadas en ambas mejillas para dejar de pensar en estupideces y concentrarme en aprender y no reprobar ninguna materia. Al finalizar el año aprobé todas las materias, estuve muy agradecida con ese chico, el cual se llamaba Roberto. No era de esperarse que pase mucho tiempo con él, básicamente me agradaba su compañía, pero no de una forma romántica, o seo pensaba, para el ultimo día de escuela Roberto, el pobre chico se armo de valor y me pidió ser su novia en frente de la case, fue muy detallista, me llevo un globo, chocolates y una rosa. se puso de rodillas y me pidió ser su novia. La verdad no quería decir sí, pero enfrente de todos no quería humillar al pobre chico me dio pena y le dije que si quería ser su novia, todos en el salón aplaudieron. En las vacaciones tuve varias sitas con Roberto, fuimos al zoológico, a plazas, al cine. La verdad ser la chica en una relación no esta del todo mal, Roberto me compraba varias cosas, pero no quería aprovecharme de él y hacerle gastar su dinero, yo también quería contribuir con los gastos de nuestras citas pero para ser sinceros no tenia nada de dinero. Así que algunas citas en ves de salir lo invitaba a mi casa. Mi madre y mi hermano aun no sabían que tenia novio, así que Roberto iba como un amigo, no obstante cuando se entero mi hijo/hermano mayor me grito al saber que Roberto y yo eramos novios, me dijo que no podía tener novio, se porto muy grosero y me hizo llorar. Mi madre por el otro lado fue mas comprensiva, y me dijo que estaba bien tener novio. Le dije que Roberto fue muy grosero, y ella me dijo que se encargaría de él. Extrañamente me sentía bien estar con Roberto, me agradaba ser la novia en la relación, mi hermana me preguntaba siempre sobre nuestras citas, y siempre me preguntaba si nos besamos, y la respuesta era no, a lo lejos que iba con el era dejar que me tomara de la mano, lo cual al principio era incomodo al descubrir que su mano era más grande que la mía, me sentía indefensa, o dominada frente a él, pero con el paso de los días me sentía bien al saber que si algo me basaba el me podía proteger yo era una chica, y por lo tanto mas débil físicamente además el era mucho más listo que yo. En la ultima cita del verano me decidí a dar mi primer beso con Roberto, mi primer beso como chica. Recordé en ese instante que al besarle estaba cavando la tumba de mi antiguo yo. Mi antiguo yo no besaría a un chico incluso sería un crimen, pero la yo del presente, estaba en todo su derecho de besar a su novio. Fue así del inicio al final de la cita mi corazón estuvo latiendo mucho estaba nerviosa o emocionada talves ambas mas que pensar en ¿cómo rayos voy a besar a otro hombre? mi mente me decía ¿lo haré bien? ¿Y si a él no le gusta como beso, me dejara? ¿Dejo que el me bese o yo doy el primer paso? ¿Que pensara si yo le doy el beso primero? De camino a mi casa, tomados de la mano estuvimos platicando él quería que conociera a sus padres, no estaba muy segura del tema otras nuevas preguntas invadieron mi cabeza sobre el tema hasta que llegamos a mi casa, el se despidió de mi con un beso en la mejilla, dejándome en la puerta el estaba apunto de marcharse cuando me arme de valor y lo tome de la camisa, el volteo a verme y yo avergonzada le pregunte si no planeaba besarme, estaba que me moría de la vergüenza, hasta que él me dijo, -He querido hacerlo desde que te vi pero, note que aun no estabas lista, así que quise respetarlo, sin embargo escuchar que quieres que nos besemos me hace muy feliz- Le dije que estaba lista y que quería hacerlo, así que romanticamente en me tomo de la mano y nuestros labios se juntaron, nuestras bocas estaban conectadas por nuestras lenguas, su beso fue el mejor, me hizo estremecer y no quería que se acabara, mi cuerpo pedía mas de sus labios, mis manos tocaron sus cabeza para evitar que nos separábamos, sin embargo el detuvo el beso, era indecente de me mi parte estarme besando con un chico apasionadamente frente a mi casa. Él dijo que fue el mejor beso del mundo y que esperaba por mas pero que ahí no era el lugar adecuado. Él se fue mientras que yo aun saboreaba sus lengua en mi boca. Cuando entre a mi casa, vi a mi hermana y mi madre quien sostenía a una niña la cual llevaba un pañal y un lindo vestido. Mi madre y mi hermana habían presenciado desde la ventana mi primer beso, mi hermana emocionada me bombardeo con miles de preguntas, mientras que mi madre seriamente me dijo que tendríamos una platica de mujer a mujer mas tarde. Básicamente la platica era sobre las hormonas locas en mi cuerpo y me advirtió de ser muy cuidadosa y siembre usar alguna protección, me dio toda una clase de sexo, de los placeres que una mujer puede sentir y como darle placer a los hombres o mejor dicho al hombre que ame, para nada pensé en tener sexo con Roberto simplemente fue un beso, le dije pero como si ella me conociera, me dijo -Entonces tus calzones no están mojados, le dije que no pero en realidad no me había dado cuenta hasta que estuve sola en mi habitación me revise y efectivamente mis calzones estaban ligeramente mojados, un liquido leve estaba saliendo de mi vagina, me pregunte ¿en realidad me excite solo con besar a Roberto? Cuando me bañe experimente por primera ves mi primera masturbación, me masaje recordando en el beso con Roberto y también imaginado lo que mamá me había dicho sobre el sexo, pensando en el pene de Roberto, ahora que tenia una vagina el metería su pene en ella, la sola idea de pensar en ello me excito bastante.
Cuando nos reunimos cenar, mi madre aun seguía con aquella niña, en sus brazos. me preguntaba quien era y de donde había salido así que le pregunte a mi madre sobre esa niña.
Fin.