Mi nombre es Sabrina soy una puta que satisface a los hombres con mi cuerpo, me gusta mucho chupar pollas y que se corran en mi boca, soy toda una zorra adicta a las pollas, pero antes de ser la puta sumisa que soy solía ser un hombre y por supuesto el líder de una banda criminal pero un día perdí todo cuando mis hombres me traicionaron y se unieron al que era mi competencia, el llamado cuervo, cuando me capturaron pensé que me iban a matar pero como el cuervo conocía sobre mis gustos por las mujeres decidió que me perdonaría la vida a cambio de trabajar para el en su club.
Yo tenia a cuatro mujeres con las que siempre tenia sexo cuando quería, cuando me capturaron las chicas pasaron a ser propiedad del cuervo y trabajaron en su club, bailando con trajes reveladores para el deleite de los clientes además de ofrecer servicios sexuales.
Una semana me estuvieron retenido y el cuervo me llevó al club, para que yo viera a mis chicas trabajar y luego el me dijo, "ves a tus ex mujeres y a las otras chicas todas trabajan para mi y tu seras una de ellas" ahí entre en pánico no sabia a que se refería exactamente ya que yo era hombre evidente pero luego me explico que me operarian para ser una mujer y convertirme en una de sus chicas y trabajar para el en el club haciendo lo mismo que las otras mujeres en el club, eso incluía bailar con trajes exóticos y por supuesto ofrecer servicios sexuales a hombres, por supuesto me negué pero el me dijo que yo no tenia voz ni voto.
Pasaron 7 largos meses pase por una gran transformación y varias cirugías donde me implantaron tetas y además me quitaron mi verga, eso fue muy duro y fue un gran shock ver mi entrepierna plana, con el paso de los días utilice varios dildos en mi nueva vagina por cuestiones de curación pero eventualmente deje de usarlos. Mi rostro también fe modificado para tener una apariencia femenina y me pusieron unos enormes labios.
Cuando me convertí en una mujer extrañamente comencé a pensar en vergas, grandes y gruesas y siempre que lo hacía mi vagina se mojaba, luego supe que sometieron a una hipnosis para que pensara solo en vergas, pasé un mes entero con ese tormento solo pensaba en penes llegue al punto de desear una gran verga en mi coño, eso era lo único que quería y entonces una de las mujeres con las que tenía sexo entró donde yo me encontraba se me acercó y me maquilló luego me dio un traje y me dijo que me lo pusiera, yo lo hice pero no era ropa tal cual, solo era un traje que vi usar a las chicas en el club, un traje exótico que no cubría las partes íntimas.
Fui llevado ante el cuervo quien me dio la bienvenida, "ahora eres una mujer y trabajaras para mi en mi club se que este mes has estado muy caliente y de seguro quieres una verga, ¿verdad? Antes de que los clientes te prueben como tu dueño debo ser el primero en probar tu cuerpo después de todo yo pague por todas esas operaciones ahora ven putita y quitame los pantalones y comienza darme una chupada"
Sin protestar no se porque mi cuerpo se movió por si solo y obedeciendo las ordenes del cuervo me arodille y comencé a quitarle los pantalones y cuando lo hice vi su enorme verga electa, me pareció asombrosa y deliciosa sin pensar mucho me la metí en la boca y comencé a chupar ahí de rodillas, en el fondo de mi ser me sentía humillado no podía creer que algo dentro de mi estaba disfrutando chupar la verga del hombre que arruino mi vida convirtiéndome en mujer. Pero yo no podía parar de chucpar su verga, ese hombre era el responsable que de me quitarían mi verga y ahora estaba chupando su verga y era algo adictivo.
Mientras estaba ahí de rodillas chupando la verga del cuervo escuché que alguien entró a su oficina y pude ver que era uno de mis hombres el que creí que era mi mano derecha el mismo que me traicionó, cuando quise voltear a verlo, el cuervo me tomó de la cabeza y dijo, "perra continúa chupando no te distraigas" asi que así lo hice me quede ahí chubando mientras el cuervo y mi antiguo mano derecha conversaban de negocios pero la verdad estaba tan concentrada en chupar que no preste atención.
Sin decir avisarme el cuervo se vino en mi boca y no me quedó de otra que tragarme su semen caliente extrañamente parecía algo placentero tragarme su espejo y caliente semen, sin saber que pasaba solo escuche que el cuervo me dijo, "vamos putita quitale los pantalones y chupasela, yo obedeci muy caliente y con ganas de tener más semen caliente en mi boca comencé a quitarle los pantalones al hombre a quién considere no solo,mi mano derecha sino un gran amigo y un hermano, le quite los pantalones con tal rapidez y vi su enorme verga dura pude olerla y apestaba era un olor familiar pero también me parecía embriagador, lo metí en mi boca y comencé a chupar para mi fortuna no tardo en correrse en mi boca y pude saborear su espesa y caliente leche en mi boca. Después el cuervo me puso en cuatro y me metió su enorme verga en mi vagina virgen, grite y comencé a gemir como las mujeres a las que yo solía cogerme. Sentía como su enorme verga revolvía el interior de mi vagina incluso sus bolas me golpeaban con cada embestida y el típico sonido de plas plas retumbaba la habitación con mi gélidos, "resultante un luta gritona" de dijo el cuervo mientras se reía e incluso comenzó a nalgearme y yo gritaba de placer.
Cuando el cuervo terminó dentro de mi sentí como me llenaba con su caliente leche, cuando terminó me dejó ahí tirada sin poder pararme ya que mis piernas se entumieron, "recuerda putita ahora me perteneces y será mejor que uses ese culo para traerme dinero, sacala de aquí y que se prepare para su debut si quieres cogertela hazlo pero recuerda no dañar la mercancía" mi ex amigo el que me vendió me levanto como si yo fuera un pedazo de papel y me llevo a otro cuarto, mientras me llevaba solo podía pensar en como me había comportado, el cuervo me convirtió en mujer y me utilizo para su placer tal y como yo había hecho a las mujeres antes, pero aunque me sentía humillado me avergonzaba más por haber disfrutado el momento.
En mi debut imite a las otras chicas y baile de forma natural, sentía un placer enorme al bailar y saber que ta tos hombres me comían con la mirada, esa noche en mi debut tuve sexo 10 clientes con cada cliente que tenia me volvía más puta y dejaba atrás mi anterior vida como hombre, sentía que cada cliente sacaba la puta dentro de mi y mataba a mi ser masculino, para el fin de la noche de mí debut renaci como una puta adicta al sexo y a chupar vergas, por mucho tiempo fui un hombre temible y respetado pero eso había quedado en el pasado.
