Esta es la historia de como mi vida se vino abajo y como yo siendo un hombre con esposa e hijos pase a convertirme en una pequeña niña moja pañales. Lo primero fue que debido a que me expuse a ciertas sustancias en el laboratorio donde trabajaba mi cuerpo fue cambiando poco a poco, al despertar cada día notaba como no solo mi estatura iba descendiendo sino que también iba rejuveneciendo, lógicamente me asuste pero para mi terror fue que al pasar los días mi cuerpo se volvía mas delgado y mi rostro no parecía el de un hombre sino el de una mujer no obstante lo más aterrador fue cuando mi pene no solo se había encogido bastante al igual que mis atestiguarlos, después de unos días prácticamente habían desaparecido y debajo de mi pene se estaba formando una pequeña grieta, no me lo podía creer lo primero que pensé era que pronto dendrita una vagina si embargo me recusaba a creer que eso sucediera sin embargo realmente sucedió. El cambio en mi cuerpo también trajo consigo cambios drásticos para mi familia primero mi esposa quien estuvo siempre a mi lado tratando de consolarme fue la primera quien comenzó a tratarme como una niña, creo que después de soportarme demasiado se fastidio ya que siempre me quejaba de lo que mes estaba sucediendo, un día se molesto y me grito diciéndome que ya estaba harta de mis lloriqueos y que me estaba comportando como una niña quejumbrosa y dijo que ya no podía dormir con ella en la misma cama así que me mando a dormir en la habitación de mi hija Carolina, ella tenía 14 años sin embargo con los cambios en mi cuerpo ella era si al caso 2 centímetros mas alta que yo. Para ese momento aun seguía usando algo de mi ropa, aunque la verdad solo usaba mis camisa las cuales me cubrían casi todo lo importante. Mi primera noche durmiendo con mi hija básicamente fue el comienzo de me descenso como hombre o lo poco que me quedaba de ello. Mi hija y yo platicamos, ella me platico de su día y yo me desahogue con ella. Mi hija me insistió tanto en que usara algo de su ropa, me insistió tanto y me dijo que me sentiría mas cómodo con su ropa, así que avergonzadamente acepte, ella saco rápidamente unas bragas, le dije que no quería nada super femenino pero ella dijo que no tenia nada de eso, al final me puse una de sus bragas blancas con corazoncitos. También me dio una de sus batas para dormir la cual consistían en unos shorts y una blusa de tirantes ambos de color blanco con pequeños estampados florales de color plateado. Al día siguiente mi esposa y mis otras hijas se sorprendieron al verme usando ropa femenina ya que me había rehusado pro completo a usarlo. Lo que recuerdo es que mi esposa le dijo a mi hija Carolina -Hija no se que hiciste pero de saberlo hace tiempo que hubiera mandado a tu padre a tu cuarto- Mi esposa al ya convertirse en madre soltera decidió pedir un ascenso en su trabajo el cual le dieron rápidamente pero tenia que quedarse mas tiempo en la oficina ya que cuando yo perdí mi trabajo bueno era mas que obvio que ella necesitaba ganar más para mantener ella sola a la familia.
Cuando mi esposa comenzó a trabajar más horas, puso a cargo a mi hija Carolina, lo cual me molesto bastante y le reclamé a mi esposa preguntándole porque ponía a cargo a mi hija y no a mí. y lo que me respondió me cerro la boca sin siquiera argumentar nada. Lo que me contesto mi esposa y con un alto volumen en su voz fue -Carolina es mas capaz de manejar la casa cuando yo no estoy que tu, últimamente te has comportado como una niña y no como el adulto que eres en verdad, Carolina puede preparar la comida, a caso tu puedes hacerlo mejor que ella, además las niñas la obedecen y parece ser que tu también lo haces, es por eso que ella esta a cargo y sera mejor que le hagas caso- Lo que me dijo mi esposa realmente me dolió mucho y sentí muy humillado lo peor fue que mis hijas estaba ahí, cuando mi esposa me dio la espalda y se marcho, comencé a llorar, simplemente no pude contener mis lagrimas y llore, luego mi hija Carolina se acerco a mi y me abrazo, y comenzó a tranquilizarme, Mi hija me dijo que disculpara a su madre ya que ella estaba algo estresada por su nuevo puesto de trabajo. Yo limpie mis ojos llorosos y me fui a mi cuarto. después de un tiempo mi hija Carolina me fue a ver al cuarto para despedirse pues ya se iba a la escuela y llevaría a sus hermanas con ella, una amiga de mi esposa fue la que comenzó a ayudarla llevando a las niñas a la escuela. Mientras que yo me quedaba solo en la casa sin hacer nada. Cuando mis hijas llegaban de la escuela Carolina era la que estaba al mando tanto Marisol mi hija de 5 años como Fernanda de 10 años la obedecían en todo aunque no siempre le hacían caso a la primera vez. Sin darme cuenta Carolina comenzó a darme ordenes sin embargo los disfrazaba, diciéndome -Papá podrías ayudarme porfavor - hasta que un día se le olvido decir las palabras "ayudarme" y "por favor" fue ahí que sentí que me estaba dando ordenes mi propia hija y yo la estaba obedeciendo. recuerdo que me dijo -Papá prepara la mesa, Papá saca la basura, Papá lava los platos, Papá ve a bañar a Marisol- La gota que derramo el vaso fue cuando mi hija Carolina comenzó a tratarme como lo hacia con Marisol y Fernanda, nos daba ordenes a las tres, me di cuenta que Carolina nunca lavaba los platos sucios ya que se excusaba que ella había preparado la comida. Al principio sentí que Carolina y yo nos esatbamos acercando mas como padre e hija con mi nueva apariencia pero resulto lo contrario, por otra parte me estaba volviendo mas cercano a Fernanda, quien se quejaba a cada rato de lo mandona que era Carolina, de pronto Carolina y yo nos aliamos para fastidiar a Carolina. Me resultaba satisfactorio y divertido molestar a Carolina junto con Fernanda, Carolina se molestaba cuando Fernanda o yo no hacíamos lo que ella nos decía a la primera vez, siempre nos amenazaba con acusarnos con mamá pero nunca lo hizo. Un día yo tuve una fuerte pelea con Carolina ya que me moleste cuando me dijo que yo iba a limpiar sol@ los trastes sucios, ella dijo que era mi castigo por no haberla obedecido durante toda la semana. Ella se la pasaba siempre con su celular en la mano, recuerdo que cuando me estaba gritando que lavara los platos le conteste que yo era su padre y que ella no me daba ordenes, le dije que ella misma lavara los platos y dejara de estar doto el día con el celular, acto seguido le quite el celular de la mano y lo aventé al piso. Como padre hice lo correcto pero en ese momento no lucia como el padre que Carolina tenia en mente, cave resaltar que en ese entonces mi cuerpo seguía encogiéndose y Carolina ya era mucho mas alta que yo, tanto que incluso la ropa que ella me hacia compartía conmigo me quedaban algo grandes. Nunca imagine que Carolina reaccionaría de la forma en que lo hizo, todo fue tan rápido pero a la vez lo recuerdo como si hubiera sido en cámara lenta, recuerdo como el rostro de Carolina se enfureció, me miro fijamente a los ojos y pude ver como levantaba su mano y la dirigía a mi cara, no pude reaccionar y me quede ahí parado y solo sentí como la mano de Carolina se azotaba en mi rostro con una gran fuerza que me tiro al suelo. Mientras estaba en el suelo tratando de similar lo que me había pasado de pronto sentí un enorme dolor en mi mejilla, un dolor tan fuerte que unas cuantas lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, a duras penas quise levantarme del suelo pero en eso sentí como me jalaron el pelo, que par ese entonces también lo tenia largo. Me dolió tanto que me me jalaran el cabello y para mi horror era Carolina quien me estaba jalando el pelo de un lado para el otro, mientras me gritaba y me veía con esos ojos llenos de ira, eso provoco que sintiera miedo de ella, recuerdo que ella me estaba gritando -Como te atreves a tirar mi celular, si ya no funciona me las vas a pagar, ahora ve a lavar esos trastes sucios, te doy otra bofetada para que vayas a lavarlos, ¿eso quieres?- yo rogando para que me soltara el pelo y aun con las lagrimas en mis ojos y temblando de miedo le dije a Carloina que no quería que me volviera apegar y le dije que iría a lavar los trates. Carolina me soltó el pelo y yo me quede de rodillas limpiando mis lagrimas y acomodando mi pelo, me levante y fui a lavar los trastes, Marisol no vio lo que Carolina me hizo, la única que lo hizo fue Fernanda pero ella se escondió para que Carolina no le hiciera lo mismo a ella, básicamente Fernanda me abandono, mientras estaba lavando los traste, las lagrimas salían de mis ojos, el dolor en mi cabeza aun seguía al igual que en mi mejilla. No podía creer que mi adorable hija, mi primera hija a la cual tuve entre mis brazos cuando era una bebe, me diera ordenes, que me abofeteara y que ademas le tuviera miedo.
Aun falta más cosa que contar...