Buster te he traído a una linda compañera, para que juegues, Lizzy ven princesa, conoce a Buster se que los dos se van a llevar muy bien.
-¿Qué rayos? ¿cómo termine de esta forma?-
Esto no salio para nada como Jaime había pensado, después de encontrar una app extraña capaz de convertirlo en lo que el quisiera, había pensado que pasar unas horas como perro sería divertido, pero nervioso por la transformación dejo caer su celular, al recogerlo no se dio cuenta que se había configurado sus transformación, en lugar de ser un perro y conservar su sexo masculino, se convertiría en una perro, sí pero del sexo o puesto, así es en una hembra y para empeorar en una perra en celo. Jaime se alarmo cuando en la transformación su pene se encogió hasta desaparecer y en lugar de tener un pene canino, tenia una vagina canina.
Al terminar la transformación Jaime solo tenia que esperar una hora para regresar a la normalidad, pero para seguir empeorando su novia Vanesa, fue a su casa. Vanesa quería ver a su novio, ella por supuesto pudo entrar a la casa de Jaime sin ninguna complicación y al entrar en el cuarto de su novio lo único que encontró fue a una perro.
-Jaime, estas en casa, te he estado llamando, por que no contestas. ¡oh vaya! hola amigo tu quien eres!
-Ladridos, ladridos. (Vanesa, rayos que haces aquí)
Vanesa se acerco al perro y empozo a acariciarlo, rápido noto que era un perro muy dócil, era obvio que Jaime no iba a hacer nada que dañara a su novia.
-¿Qué haces aquí muchacho, Jaime te dejo encerrado, seguro que quieres salir a hacer tus necesidades, vamos entonces yo te llevo, no tienes un collar ¿cómo te llamarás?
Vanesa llevo a Jaime al patio. Jaime se sintió extraño al caminar en 4 patas, pero lo domino rápido, cuando estaba en el patio, él empezó a correr y menear la cola instintivamente, luego tomo agua que le dio Vanesa, y después quiso hacer piss, pero en lugar de alzar la pata como todo buen perro macho, simplemente no lo hizo su cuerpo automáticamente se puso en posición como lo suelen hacer las hembras y dejos salir todo. Después de hacer piss, Jaime noto algo empezaba a suceder a su cuerpo, se sentía extraño, y sentía una gran picazón en su vagina, el efecto de los poderes misteriosos de la app empezaban a hacer efecto, pronto Jaime experimentaría lo que se siente ser una perra en celo, sentía su vagina hinchada, y sentía un liquido salir de ella.
Por otra parte, Vanesa, se sorprendió al ver al perro hacer piss como una perra, Vanesa se acerco al supuesto perro he inspecciono su entrepierna solo para confirmar lo que estaba sospechando.
-Lo siento mucho amiga, pensé que eras malo pero eres hembra, discúlpame fue mi error-
Jaime no le gusto para nada escuchar que su novia dijera que él era una hembra.
Vanesa inspecciono mas la perra que tenia frente a ella, y vio como la vagina de la perra estaba hinchada y dejaba salir pequeñas gotas de sangre, Vanesa conocía bien a los perros y sabia que la perra que estaba con ella estaba en celo. Vanesa rápidamente tuvo una idea en su cabeza, para ella lo que tenia frente a ella era una gran oportunidad para matar dos pájaros de un tiro.
-Querida, se como te has de sentir, en ocasiones igual me siento como una perra en celo, pero no te preocupes conozco a un amigo que puede ayudarte a liberarte de este sufrimiento.
Jaime no entendio lo que quiso decir Vanesa, Jaime no quería sentirse de esa forma quería volver a ser un humano un hombre de nuevo, pero su cuerpo seguía siendo el de una perra en celo, Jaime se dejo llevar pos sus instintos y si que se diera cuenta ya estaba lamiendo con su lengua su vagina, al hacerlo un alivio de placer, hacia que siguiera y siguiera lamiendo.
-Maldición, que estoy haciendo esto es asqueroso, maldición dentente- se decía así mismo Jaime pero su lengua no se detuvo-
Vanesa se habia ido dejando a Jaime en el patio, luego regreso con un collar y una correa, se lo puso en el cuello de Jaime, y posteriormente Vanesa fue a su casa llevándose a Jaime con él, aunque ella no sabía que era él. Jaime no sabía donde lo estaba llevando Vanesa, pero luego lo descubrió, Jaime se preguntaba ¿porque he mas traído aquí Vanesa?
-Hemos llegado amiga, umm creo que necesitas un nombre, no se si ya tienes uno pero por el momento de llamare Lizzy, creo que esto es obra del destino, mi vecina tiene una perra que también esta encelo y por eso Buster esta inquieto, la estúpida vecina no dejo que mi Buster se echara a su perra, pero ahora te he encontrado, Lizzy. Yo no me voy a entrometer y dejare que la naturaleza siga su curso, por eso te he traído, se que si pudieras hablar me lo estarías agradeciendo. Ahora Buster y tu podrán hacer sus cositas, él es un buen perro así que no te hará daño- Ladridos Ladridos- Además parece que ya te olio, ven, vamos a que lo conozcas.
Buster te he traído a una linda compañera, para que juegues, Lizzy ven princesa, conoce a Buster se que los dos se van a llevar muy bien.
-¿Qué rayos? ¿cómo termine de esta forma?- se preguntaba Jaime su cuerpo seguía siendo la de una perra, cuando estuvo de frente a Buster simplemente quedo hipnotizada y algo atemorizada frente al enorme perro, Jaime sabia que Buster era grande pero en su nueva perspectiva lo era mucho más, Buster estaba muy excitado y emocionado cuando olio a la perra que le había traído su ama, tanto que su polla rápidamente se puso dura y dejo a la vista su enorme labial rojo. (referencia al pene rojo de los perros), Jaime por su parte se quedo con los ojos abierto al ver la polla de Buster, antes lo había visto como humano pero no se sentía indiferente al verlo, incluso se burlaba de Buster cuando este se excitaba, pero ahora, sus ojos estaban fijos a la polla del perro, Jaime, incluso sintió un olor penetrante que provenía de la polla de Buster, no supo por que pero su cuerpo se estremecía con ese simple olor, Jaime comprendió que su cuerpo de perra deseaba a ese perro, a su polla, lo único que pensaba era en ser montada por Buster, sin embargo su gran fuerza de voluntad se negaba a ceder, no quería aceptar los nuevos deseos de su actual cuerpo, sin embargo, los instintos animales predominaron.
-Maldición, como termine así el perro de mi novia pe va a follar, y lo peor es que deseo que lo haga, realmente soy una perra en celo, dios no puedo más, ¡vamos Buster! ¡hazlo amigo!, ¡follame! ¡follame!, ¡mete tu enorme verga!, ¡hazme tu perra!
Parte 2
Continuando con la historia de nuestro pobre amigo Jaime, el cual no pudo resistir y su sucumbió a su nueva identidad como Lizzy la perra en celo que anhelaba ser montado por Buster.
En ese momento Jaime dejo a un lado la idea de regresar a su forma original, ser un humano y un hombre, estaba bien para el ser un perro hembra, lo único que quería era que Buster tomara el control de la situación, cosa que no tardo mucho. Buster ya con su verga canina expuesta, monto a Lizzy, mientras tanto Lizzy podía sentir como Buster apretaba con fuerza su cintura con sus patas delanteras, Lizzi comprendió el nivel de fuerza que tenia Buster, era imposible para ella zafarse de las patas de Buster, pero la verdad era que Lizzy no tenia la más mínima intención de escapar de esa situación, Entonces Buster comenzó a moverse tratando de que su verga entrara en el coño de la perra, Lizzy estaba más que ansiosa, podía sentir los pequeños piquetes de la punta de la verga de Buster topar con la entrada de su vagina, y el placer ante ese roce simplemente la dejaba con mas ganas de que Buster le metiera la verga a su vagina de perra, esos pequeños roces, fueron simplemente eso pequeños, ya que como al 4 intento Buster como todo un campeón logro meter su verga en el coño de Lizzy.
Lizzy sentía cada uno de los empujes de Buster, cuando la verga de Buster entro por completo dentro del coño de Lizzy, esta sintió como su pequeño coño virgen estaba siendo desgarrado, sintio un dolor que hizo que aullara, pero bueno ella quería ser follada, el dolor seguía, Buster no le interesaba ser cariñoso o no, de todas formas era su primera vez también. Para suerte de Lizzy el dolor se fue desvaneciendo y empezó a disfrutar del verdadero placer de una verga canina. Con cada empuje una ola de placer, Lizzy se sentía la perra mas feliz del mundo, -Buster mas, dame mas de tu verga, sí, soy tuya bebe, ¡soy tu perra, soy tu perra, me gusta ser una perra, me gusta ser tu perra! sí- Lizzy estba ahí parada mientras que buster la seguía montando Buster siguió y siguió empujando su verga hasta que empezó a sentir que una bola en su pene empezó a sobresalir esa bola entro por completo en Lizzy hasta que Buster ya no pudo sacar su pene dentro del coño de Lizzy, por otra parte la perra sintió que dentro de su cavidad había una bola caliente que estremecía sus paredes vaginales. Lizzy sabía que su amante canino la tenia bien ensartada. Buster se había calmado y maniobro sus patas para quedar cola con cola, Buster primerizo trato de zafarse pero parecía que la perra no lo dejaba ir, en los intentos de Buster de Zafarse Lizzy también pensaba que su vagina no quería dejar esa verga, Buster camino hasta llegar a su bote de agua, mientras que Lizzy simplemente se dejo llevar por donde su macho la llevara. En ese momento la mente de Jaime despertó y se vio en la terrible situacion, de estar abotonado con Buster, él había visto en alguna vagas ocasiones perros pegados, pero ahora él estaba en esa misma situación y lo peor era que el era la perra y no el perro.
Jaime se sintió como muy avergonzado y sintió un remordimiento de culpa al dejarse llevar por sus instintos y dejar que un perro lo follara, lo pero para él era que podía recordar como lo había disfrutado o al menos su nuevo cuerpo lo disfruto, solo podía pasar por su mente -si mis padre me viera ahora, o peor que me hubieran visto hace unos momentos- Jaime sentía una gran vergüenza, de solo recordad como se había comportado, pero la mayor humillación era sentir la bola de Buster dentro de su vagina canina, sin embargo las cosas siguieron empeorando cuando se dio cuenta que su Novia lo estaba mirando, Jaime no se había percatado de la presencia de Vanesa.
Vanesa vio claramente como los dos caninos tenia sexo, a ella le pareció divertido mirar ya que nunca ante lo había visto, sintió una especie de morbo al hacerlo, no era solo eso. Por otra parte Jaime cuando vio la cara de Vanesa, rápidamente volteo a ver hacia otro lado y se dijo así mismo. -Rayos desde cuando ha estado ahí, acaso me vio, me vio, de seguro me vio, no puede ser tengo que escapar ella no puede verme cuando regrese a la normalidad, sabrá que la perra a la que Buster se follo, era yo, su novio-. Mientras Jaime estaba en lo suyo, algo estaba apunto de salir, sí, de la bola de Buster, era nada mas ni nada menos que toda la carga de Buster, el cual iba a inundar y llenar por completo el útero fértil de Lizzy. Jaime repentinamente sitio como un liquido caliente inundaba su interior, -Maldicion acaso esto es- dijo Jaime y efectivamente Buster dejo salir todo su semen dentro de la perra, Jaime sintió como la bola de Buster se encogía, hasta que pudo salir de su vagina, Jaime sentía como ese liquido salia de su vagina y chorreaba en sus piernas, se sintió asqueado, pero Lizzy se hacia cada vez más presente, a Lizzy le gustaba ese sentimiento, el saber que su útero estaba lleno del la semilla del macho al cual ella se había entregado, Buster, después con el pene liberado de la vagina de su perra, empezó a lamer la vagina de Lizzy cuando lo hizo, Lizzy sintió un agradable placer, Lizzy se estaba haciendo cargo de la situación desplazando a Jaime, Lizzy disfrutó los lenguetazos de Buster, pero cuando este termino, se sentó frente a la perra dejando a la vista su aun roja verga llena de semen y fluidos vaginales, a Lizzy no le importo que esa verga estaba cubierta de semen o de sus propios fluidos vaginales, simplemente quiso devolverle el favor a su macho y ella limpio la verga de Buster con su lengua hasta dejarla limpia. Jaime recobro el control otra vez al saber que su novia lo estaba mirando, sin embargo su lengua todavía seguía lamiendo la verga de Buster y aun así ya lo había dejado bien limpio el pene de Buster. Jaime estaba perplejo no solo se había dejado follar por un perro, sino que también le había dado una mamada, es decir no podía creer que le había chupado la verga a un perro y su novia le había visto hacerlo.
Parte tres con un final
La mente de Jaime seguía ahí parecía haberse resignado él mismo, mientras lamia la vaina del perro, "este soy yo ahora una perra, lamiendo el pene del perro quien me acaba de follar, pero al fin de cuentas fui yo quien lo dejo, yo quería que me follara"
Vanesa vio como Lizzy le daba una mamada a Buster, ella se rió sola, pensando, los perras igual se la chupan a los perros, despues de la mamada, Vanesa vio como los dos perros habían establecido una especie de vinculo amoroso, al menos eso pensó ella al ver a Lizzy acostarse muy cerca de Buster, mientas se lamían el uno al otro.
De lo que no se percato Jaime era que después de su sesión de sexo con Buster, la hora limite había pasado pero aun seguía siendo Lizzy, pasaron los días y la pareja perruna tuvo mas sexo. Vanesa se hizo cargo de la Lizzy pues se encariño con ella, además no quería separar a la nueva pareja perruna. Los padres de Vanesa aceptaron gustosos a Lizzy, mientras tanto Jaime fue declarado extraviado, sus padres estaban preocupados, pues su hijo no aparecía por ningún lado, Vanesa intento buscar a Jaime, incluso iba acompañada de Lizzy y Buster para tratar de encontrar a su novio en los lugares donde Jaime frecuentaba ir.
Los días pasaron y no había mas rastro de Jaime, Vanesa por su parte se distrajo pensando en su nueva mascota Lizzy, quien estaba embarazada, Vanesa estuvo siempre a lado de Lizzy, todos los miembros de la familia de Vanesa trataban cariñosamente a Lizzy pues estaba en cinta.
Perspectiva de Lizzy
Todo esto resulto muy difícil de aceptar pero parece ser que me quedare así para siempre, ya no volveré a ser un hombre de nuevo, incluso ya no considero de esa forma, soy una animal y una hembra, una perra, simplemente me deje llevar por los instintos de mi nuevo cuerpo, me deje dominar por Buster ese maldito perro, el cual ahora amo, estoy feliz de que me haya dejado embarazada, ja ja ja por esa razón ya no hay vuelta a tras, como rayos estoy feliz de que un perro me dejara embarazada, un hombre jamas debería sentirse feliz por eso, un hombre no debe experimentar un embarazo mucho menos siendo un animal de cuatro patas. Por esa razón se que una parte de mi a aceptado por completo mi nueva vida, como perra y futura madre, me cuesta creer que este feliz por que ya nazcan mis cachorros, puedo sentirlos en mi vientre. Nunca pensé en tener hijos con Vanesa, pues no quería hijos pero ahora voy a dar a luz a los hijos de Buster, Siempre que recuerdo que antes era Jaime mi cabeza me da vueltas y me atormento yo solo, es por eso que decidí dejar de dar vueltas en el asunto y ya no pensar mas en porque me quede estancado como una perra y nunca volví a la normalidad. Supongo que ser la mascota de Vanesa y de sus padres no es tan malo después de todo, me alimentan, me sacan a pasear son muy amables conmigo, me he comportado muy bien con ellos puedo entender lo que dicen así que me es fácil simplemente obedecerlos. Vanesa por otra parte he dejado de sentir ese amor y esa atracción hacia ella, pues la he visto en muchas ocasiones en ropa interior incluso desnuda, pero parece ser que mi cuerpo solo reacciona a la verga olorosa de Buster, solo quiero que Vanesa se olvide de Jaime y se encentre a alguien más, me duele cuanto se pone a llorar por Jaime y eso me hace recordar mi verdadero yo. Ella no se imagina cuando llora por Jaime mientras me abraza, aunque piense que esta abrazando a Lizzy esta abrazando en verdad a Jaime no el Jaime que ella conoce sino un Jaime convertido en una perra embarazada.
Los mese pasaron y llego el día de dar a luz a mis cahorros, mis pechos llenos de leche ya no aguantaban necesitaban ser drenados, fueron 7 cachorros los que tuve, 4 hembras y 3 machos, fue mi primera vez y mis instintos maternos salieron a relucir, solo podía escuchar elogios de Lizzy y su madre, que me felicitaban por ser mamá. ellas me ayudaron para que mis cachorros se alimentaran de mis tetas, el sentimiento de ser drenada fue placentero, estaba feliz de poder alimentar a mis hijos, le había dado la vida a 7 cachorros, supe en en se instante que las cosas pasan por algo tal vez mi destino era dar a luz a esos cachorros, al pensar de esa forma supe que estaba bien quedarme y ser Lizzy pues tenia que criar a mis cachorros sino quien lo haría.
Otro posible final.
Después de tener sexo con Buster, me quede acostado con él, el sentimiento de ser sumisa ante un macho era increíblemente agradable. Para mi buena suerte o no tanta regrese a la normalidad.
Vanesa, estaba intrigada sobre el origen de Lizzy, ella había ido a visitar a su novio a su casa, con confianza, entro a la casa y así hasta llegar al cuarto de su novio, Jaime, pero solo encontró a una perra y el celular tirado de su novio. Vanesa tomo a la perra y el celular de su novio, y se dirigió a su casa, pensó que sería una oportunidad de ver lo que su novio tenia en cu celular, como buena novia celosa, sin embargo no había encendido el celular de su novio para nada, ya que se dijo así misma que no se convertiría en una novia celosa, sin embargo después de un largo tiempo (mientras veía el apareamiento de los perros) decidió ver el celular de Jaime, para saber si ahí encontraba alguna respuesta sobre el misterioso origen de Lizzy.
Mientras Vanesa buscaba información en el celular se topo con una aplicación abierta, mientras eso sucedía Jaime quien estaba descansando tranquilamente junto a Buster después de unos minutos sintió algo extraño en su cuerpo estaba volviendo a la normalidad, Vanesa fue la que puso fin a la transformación de Jaime, ella encontró algo curioso en la aplicación, desde la ventana vio a los perros acostados y ahí presiono el botos que decía regresar a la normalidad, para su gran sorpresa, Lizzy se fue convirtiendo en un humano, pero no en una chica, sino en un chico, y ese chico era nada mas ni nada menos que Jaime.
Jaime estaba feliz de volver a ser un hombre aunque al principio se encontró desnudo tirado en el piso junto a Buster se levanto rápidamente movió dotas su articulaciones para combrobar que ya no era más un perro, sin embargo rapidamente escucho la vos de Vanesa,
-Qué rayos Jaime eres tu, comó es que tu...
Jaime tratando de ocultar desnudez con su mano, le dijo a Vanesa -Amor esto... te lo puedo explicar.
-Explicar ¿Qué? tu. Lizzy eras tu. Tu eras esa perra
-Esto fue un error yo no quería, no se que sucedio, la maldita app en mi celular.
-Qué asco tuviste sexo con Buster, eso es lo que querías por eso tew convertiste en una maldita perra en celo.
-Yo nunca quise ser una perra, mucho menos tener sexo con Buster o cualquier otro perro.
-Vi la app en tu celular claramente estaba la selección de ser una perra en celo por tiempo indeterminado, no lo podía creer pero ahora que lo veo te hubiera dejado de esa forma si era lo que tanto deseabas, así podrías revolcarte con Buster o cualquier perro callejero.
-Mi amor eso no fue lo que quería, para empezar nunca pense que realmente sucedería por eso escogi ser un perro MACHO y por una Hora, no se lo que sucedio que al final me converti en una perra, y por lo visto en una perra en celo.
-Me cuesta creerlo tu de ofreciste a Buster incluso se la chupaste.
-Sí, es cierto lo hice y no sabes que asco me dio pero no podía controlar mi cuerpo los instintos de ese cuerpo, se apoderaron de mí, por mas que me resistí, además tu fuiste quien me trajo aquí, básicamente tu me sentenciaste a tener sexo con tu perro, no sabes el infierno que tuve que pasar, la humillación y la impotencia, que sentí.
-¿En serio me dices la verdad? ¿tu no querías ser una perra en celo?
-Por supuesto que no, por que rayos escogería eso, fue la peor experiencia de mi vida.
Vanesa al ver a Jaime casi llorando se dio cuenta de que él le decía la verdad, y se sintió mal por desconfiar de su novio, incluso por dejar que Buster se lo follara.
-Perdóname cariño, la verdad no sabía, me siento mal por dejar que Buster te follara, me siento mal, en verdad traje a Lizzy digo a ti, es decir a la perra para que Buster se la follara, pero no pensé que en realidad eras tu.
Ambos chicos se abrasaron después de unos días, parecía que las cosas habían sido olvidadas, salvo que Vanesa tenia curiosidad y le preguntaba a Jaime sobre la experiencia de ser un perro y haber tenido sexo. Jaime siempre se molestaba por que sentía que Vanesa se estaba burlando de él, sin embargo, Jaime no le respondía a Vanesa, pero si que se sonrojaba, Jaime no quería admitir que el sexo como perra se sintió muy bien, pero como hombre no podía aceptarlo mucho menos decirle a su novia.
Los días pasaron
Después de haberme convertido en una perra, la experiencia se sintió bien, sabía que algo andaba mal conmigo cuando empece a masturbarme primero me imagine viendo porno normal, pero por mas que me la jalaba no sucedía nada, recordé en Buster y como me follo, y de repente tuve una erección, solo quería correrme así que seguí pensando en Buster hasta que me corrí. Luego de eso el sentimiento de culpa y asco de mi mismo al recordar la sesión de sexo con Buster, me invadía, pero las cosas siguieron empeorando ya que soñaba con Buster, yo estaba en sus dominios (el patio donde lo tienen) yo me encontraba desnudo en cuatro patas y luego el me montaba, mientras lo hacía poco a poco me convertía en una perra, en Lizzy, Los sueños eran variado pero siempre terminaba teniendo sexo con Buster. Las cosas escalaron a otro nivel, cuando veía a perros callejeros, sus pelotas sobresalían y yo me quedaba hipnotizado, de pronto estaba observando la verga de cada perro callejero que veía, tal y como lo hacía cuando iba algún lugar publico y discretamente veía los traseros de las mujeres. Una vez un perro se me acerco y se me paro, pensé por un momento que se había acerado ami por mi olor de perra, pero era imposible y estúpido haber pensado eso, yo era un hombre y no una perra. Pero la idea de ser una perra nuevamente y tener sexo me estaba invadiendo poco a poco. Incluso cuando en aquella ocasión vi a dos perros teniendo sexo, sentí una gran envidia por la perra, en mis oscuras fantasías sexuales por decirlo de ese modo, quería ser esa perra. Llegue rápido a mi casa y me masturbe pensando que intercambiaba cuerpos con esa perra y que el perro me follaba y me agarraba con sus patas para establecer su dominio sobre mi, ese perro enorme y negro lucia como todo un gran perro macho alfa, sabía que yo no deseaba ser como ese perro, yo no le llegaba ni a los talones, sabía que mi destino era ofrecerle mi coño para que él usara a su antojo, estaba más que contento y deseoso de ofrecerle mi cuerpo de perra.
Después de pensar mucho decidí hablar sobre esto a mi novia, con la esperanza que me ayudo a recapacitar pero para mi sorpresa se comporto de una forma tan amable incluso me comprendió y sugirió que debía convertirme en Lizzy otra vez para saciar ese deseo que quería.
Fue así como los jóvenes planearon que Jaime volviera a ser Lizzy otra vez para tener sexo con Buster, pero Lizzy tenia otra cosa enmante. Con la ayuda de la app Jaime se convirtió nuevamente en Lizzy. Vanesa había planeado todo su familia se había ido a visitar a un familiar, pero ella logro convencer a su padre de no ir por quedarse a estudiar.
Cuando Jaime se iba convirtiendo en Lizzy, su cuerpo empezó a sentirse ansioso su nuevo coño palpitaba por ser llenado, cuando Lizzy salio al patio noto que Buster no estaba. Vanesa había logrado que sus padres incluso se llevaran a Busater con ellos.
-No te desanimes Lizzy Buster no esta pero hay otro amigo que ha estado deseoso te follarte.
Lizzy no... Jaime no sabía lo que estaba sucediendo, cuando de repente vio a su linda novia, frente a el completamente desnuda, era une mujer bella con un cuerpo perfecto pero de repente su cuerpo de modelo empezó a convertirse en una especie de hombre lobo, su fina piel rápidamente fue cubierta por un gran pelaje negro, sus manos y pies se convirtieron en patas, de su liza entrepierna le empezó a crecer una descomunal verga canina con una bolas a un lado, una cola le creció, y su rostro se deformo para darle un hocico con grandes dientes.
Jaime se estable preguntando qué rayos estaba sucediendo cuando noto que su novia se había convertido en un perro, negro bastante grande.
-Cariño, como no me explicaste lo que de preguntaba decidí propalo por mi misma, pero a diferencia de ti yo fui más lista, la primera vez utiliza la app para convertirme en una perra, tuve sexo con Buster pero tener sexo como perra y como mujer es un poco umm, me gusto pero quise probar dejar de ser el receptor y ser el que da, así que me convertí en un perro, un perro grande para poder defenderme de otros perros machos, me he cogido a varias perras, últimamente pero siempre quise follarme a Lizzy, ella era a la única perra que en verdad quería destrozar con esta enorme verga.
Jaime se congelo al ver a ese enorme perro macho, que solía ser hasta hace algunos segundos su linda novia Vanesa, incluso estaba mas sorprendido por eso que al darse cuenta que podía entender lo que el perro le decía.
Vanesa tu eres ese perro el que vi ese día.
Vanesa tambien se sorprendio al darse cuenta que podían comunicarse entre ello, cosa que le agrado a Vanesa.
-Así es cariño yo era ese perro, recuerdo que te quedaste viendo cuando me follaba a esa perra, pero la verdad cuando te vi, aneblaba que esa perra fuera tu, mientras me follaba a esa perra de estaba diciendo al mismo tiempo, "mira a esta perra disfrutando de mi verga tu seras la próxima" obvio no me entendías pero ahora me alegro que nos podamos comunicar.
Lizzy estaba algo confundida pero de repente un aroma penetrante hizo que todo su cuerpo temblara de emoción, al oler el apestoso pero seductor aroma que provenía de la verga de su novia perro. Por otra parte Vanesa sintió también el suculento aroma de una perra en celo, una perra que emanaba de su coño un aroma dulce.
Lizzy sintió como su coño ya estaba completamente mojado, y palpitando rogando por ser llenada por una enorme verga, pero por otro lado Jaime no se sentía cómodo al saber que esto terminaría con él siendo ensartado por la verga de su novia.
-Que pasa Lizzy acaso no quieres que mi verga en tu coño, si ya hasta estas mojada-
Vanesa se acerco al coño de Lizzy y empezó a inspeccionarlo, para luego darle una lamida, Lizzy por su parte estaba que se muere, por una parte lo quería quería tener sexo, quería ser llenada, ella había fantaseado por tener sexo con este perro el mismo perro que vio aquel día, ahora era su oportunidad, de entregar su cuerpo a ese perro enorme y dejar que este la tomara y le destrozara el coño, era lo que ella quería pero por alguna razón no era sincera consigo misma. Así que Vanesa quiso que Lizzy sea mas sincera y la torturo.
Bien si no quieres no te lo meteré dijo Vanesa, pero la reacción de Lizzy fue como de desilusión, lo cual noto Vanesa.
-Entonces si lo quieres tendrás que rogar por él, debes convencerme de que en verdad lo quieres.
Lizzy no Jaime se sintió algo avergonzado al rogar por la verga de su novia, lo cual la situación ya era bastante rara. pero aun así él no ella rogó para que la follen, con una voz muy debil dijo -Quiero, quiero tu verga-
-Lo siento no te escucho, sabes que afuera hay muchas perras, talvez me vaya con ellas a foll...
-No no te vayas follame, ¡FOLLAME!
-Ummm eso me gusta, ¿quieres mi verga?
-¡SÍ LA QUIERO!
-¿Dónde la quieres?
-¡EN MI COÑO!
-¿Quieres te te haga mi perra?
-¡SÍ, QUIERO SER TU PERRA!
Vanesa procedió a cogerse a Lizzy, mientras tanto Lizzy sentia como la punta de la verga de Vaneza inundaba su vagina y poco a poco la estiraba, la verga de Vanesa era más grande que la de Buster, completamente ensartada las paredes vaginales de Lizzy tenia bien apretado la verga de Vanesa. Vanesa empezó apretó fuertemente la cintura de Lizzy y luego empezó el mete y saca. Lizzy se sentía feliz de ser penetrada por un perro macho alfa, sentirse pequeña y sumisa era lo que le gustaba, Jaime reconoció que era mejor ser una hembra en lugar de ser un macho. Por otra parte Vansea estaba disfrutando de las delicias de penetrar ser la dominante y no la sumisa. Lizzy estaba completamente sumida en un éxtasis su pequeña vagina estaba siendo destrozada por la enorme verga de Vanesa. Lizzy te amo- grito Vanesa, Lizzy le contesto -Yo también te amo, sigue follándome-
¿Te gusta mi verga, te gusta ser mi perras sumisa?
-Sí.... me encantaaaaaaaaaaa-
-De muéstrame lo sumisa que puedes ser-
-ummm sí, sí, follame, soy tuya, soy tu perra, me encanta ser tu perra, has con migo lo que quieras, tu eres el macho y yo la hembra. soy tuya para siempre-
A Vanesa le encantaba escuchar lo dominante que era y el papel de sumisa de Lizzy.
Pronto Vanesa y Lizzy quedaron peagados, pasaron los minutos y Vanesa disparo toda su carga dentro del coño de Lizzy, cuando Vanesa saco su verga de Lizzy le dijo. Vamos Lizzy se una buena perra sumisa y limpia mi verga con tu lengua- A lizzy le encantaba su papel de sumisa y hacer lo que su macho le ordenara, pero a Jaime, que recobraba la consciencia, después de bajarse de las nubes del placer, simplemente noto al enorme perro se asusto y resignado a su destino empezó a limpiar la verga del perro el cual estaba sucia, cabe mencionar que literal a Lizzy le destrozaron el coño apretado que tenia. Jaime sintió asco pero lo hizo y empezó a lamer. Cuando termino algo Jaime pensó que era su turno de ser limpiado, su coño chorreaba semen, pero no resulto así, Vanesa le dijo a Lizzy - Tu mamada fue genial, ahora límpiate tu misma- Jaime humillado acepto y empezó a lamerse limpiando y tragándose hasta la ultima gota que chorreaba de su coño.
Después de eso pasaron unos minutos y la pareja perruna volvieron a ser humanos, Jaime parecía estar con la mente tratando de asimilar lo que había sucedido, pero Vanesa parecía feliz y radiante, ella se acerco a su novio lo tomo de su barbilla y le dio un gran beso en los labios, al terminar el beso, Vanesa le dijo a Jaime con una risa amable, Recuerdas lo que me dijiste verdad, por que no hay marcha atrás, de ahora en adelante eres mi perra sumisa Lizzy. Jaime se dio cuenta de la forma de la sonrisa de Vanesa, era una sonrisa que el nunca antes había visto, Jaime supo en ese momento que había sentenciado su vida.
Continuando con la historia de nuestro pobre amigo Jaime, el cual no pudo resistir y su sucumbió a su nueva identidad como Lizzy la perra en celo que anhelaba ser montado por Buster.
En ese momento Jaime dejo a un lado la idea de regresar a su forma original, ser un humano y un hombre, estaba bien para el ser un perro hembra, lo único que quería era que Buster tomara el control de la situación, cosa que no tardo mucho. Buster ya con su verga canina expuesta, monto a Lizzy, mientras tanto Lizzy podía sentir como Buster apretaba con fuerza su cintura con sus patas delanteras, Lizzi comprendió el nivel de fuerza que tenia Buster, era imposible para ella zafarse de las patas de Buster, pero la verdad era que Lizzy no tenia la más mínima intención de escapar de esa situación, Entonces Buster comenzó a moverse tratando de que su verga entrara en el coño de la perra, Lizzy estaba más que ansiosa, podía sentir los pequeños piquetes de la punta de la verga de Buster topar con la entrada de su vagina, y el placer ante ese roce simplemente la dejaba con mas ganas de que Buster le metiera la verga a su vagina de perra, esos pequeños roces, fueron simplemente eso pequeños, ya que como al 4 intento Buster como todo un campeón logro meter su verga en el coño de Lizzy.
Lizzy sentía cada uno de los empujes de Buster, cuando la verga de Buster entro por completo dentro del coño de Lizzy, esta sintió como su pequeño coño virgen estaba siendo desgarrado, sintio un dolor que hizo que aullara, pero bueno ella quería ser follada, el dolor seguía, Buster no le interesaba ser cariñoso o no, de todas formas era su primera vez también. Para suerte de Lizzy el dolor se fue desvaneciendo y empezó a disfrutar del verdadero placer de una verga canina. Con cada empuje una ola de placer, Lizzy se sentía la perra mas feliz del mundo, -Buster mas, dame mas de tu verga, sí, soy tuya bebe, ¡soy tu perra, soy tu perra, me gusta ser una perra, me gusta ser tu perra! sí- Lizzy estba ahí parada mientras que buster la seguía montando Buster siguió y siguió empujando su verga hasta que empezó a sentir que una bola en su pene empezó a sobresalir esa bola entro por completo en Lizzy hasta que Buster ya no pudo sacar su pene dentro del coño de Lizzy, por otra parte la perra sintió que dentro de su cavidad había una bola caliente que estremecía sus paredes vaginales. Lizzy sabía que su amante canino la tenia bien ensartada. Buster se había calmado y maniobro sus patas para quedar cola con cola, Buster primerizo trato de zafarse pero parecía que la perra no lo dejaba ir, en los intentos de Buster de Zafarse Lizzy también pensaba que su vagina no quería dejar esa verga, Buster camino hasta llegar a su bote de agua, mientras que Lizzy simplemente se dejo llevar por donde su macho la llevara. En ese momento la mente de Jaime despertó y se vio en la terrible situacion, de estar abotonado con Buster, él había visto en alguna vagas ocasiones perros pegados, pero ahora él estaba en esa misma situación y lo peor era que el era la perra y no el perro.
Jaime se sintió como muy avergonzado y sintió un remordimiento de culpa al dejarse llevar por sus instintos y dejar que un perro lo follara, lo pero para él era que podía recordar como lo había disfrutado o al menos su nuevo cuerpo lo disfruto, solo podía pasar por su mente -si mis padre me viera ahora, o peor que me hubieran visto hace unos momentos- Jaime sentía una gran vergüenza, de solo recordad como se había comportado, pero la mayor humillación era sentir la bola de Buster dentro de su vagina canina, sin embargo las cosas siguieron empeorando cuando se dio cuenta que su Novia lo estaba mirando, Jaime no se había percatado de la presencia de Vanesa.
Vanesa vio claramente como los dos caninos tenia sexo, a ella le pareció divertido mirar ya que nunca ante lo había visto, sintió una especie de morbo al hacerlo, no era solo eso. Por otra parte Jaime cuando vio la cara de Vanesa, rápidamente volteo a ver hacia otro lado y se dijo así mismo. -Rayos desde cuando ha estado ahí, acaso me vio, me vio, de seguro me vio, no puede ser tengo que escapar ella no puede verme cuando regrese a la normalidad, sabrá que la perra a la que Buster se follo, era yo, su novio-. Mientras Jaime estaba en lo suyo, algo estaba apunto de salir, sí, de la bola de Buster, era nada mas ni nada menos que toda la carga de Buster, el cual iba a inundar y llenar por completo el útero fértil de Lizzy. Jaime repentinamente sitio como un liquido caliente inundaba su interior, -Maldicion acaso esto es- dijo Jaime y efectivamente Buster dejo salir todo su semen dentro de la perra, Jaime sintió como la bola de Buster se encogía, hasta que pudo salir de su vagina, Jaime sentía como ese liquido salia de su vagina y chorreaba en sus piernas, se sintió asqueado, pero Lizzy se hacia cada vez más presente, a Lizzy le gustaba ese sentimiento, el saber que su útero estaba lleno del la semilla del macho al cual ella se había entregado, Buster, después con el pene liberado de la vagina de su perra, empezó a lamer la vagina de Lizzy cuando lo hizo, Lizzy sintió un agradable placer, Lizzy se estaba haciendo cargo de la situación desplazando a Jaime, Lizzy disfrutó los lenguetazos de Buster, pero cuando este termino, se sentó frente a la perra dejando a la vista su aun roja verga llena de semen y fluidos vaginales, a Lizzy no le importo que esa verga estaba cubierta de semen o de sus propios fluidos vaginales, simplemente quiso devolverle el favor a su macho y ella limpio la verga de Buster con su lengua hasta dejarla limpia. Jaime recobro el control otra vez al saber que su novia lo estaba mirando, sin embargo su lengua todavía seguía lamiendo la verga de Buster y aun así ya lo había dejado bien limpio el pene de Buster. Jaime estaba perplejo no solo se había dejado follar por un perro, sino que también le había dado una mamada, es decir no podía creer que le había chupado la verga a un perro y su novia le había visto hacerlo.
Parte tres con un final
La mente de Jaime seguía ahí parecía haberse resignado él mismo, mientras lamia la vaina del perro, "este soy yo ahora una perra, lamiendo el pene del perro quien me acaba de follar, pero al fin de cuentas fui yo quien lo dejo, yo quería que me follara"
Vanesa vio como Lizzy le daba una mamada a Buster, ella se rió sola, pensando, los perras igual se la chupan a los perros, despues de la mamada, Vanesa vio como los dos perros habían establecido una especie de vinculo amoroso, al menos eso pensó ella al ver a Lizzy acostarse muy cerca de Buster, mientas se lamían el uno al otro.
De lo que no se percato Jaime era que después de su sesión de sexo con Buster, la hora limite había pasado pero aun seguía siendo Lizzy, pasaron los días y la pareja perruna tuvo mas sexo. Vanesa se hizo cargo de la Lizzy pues se encariño con ella, además no quería separar a la nueva pareja perruna. Los padres de Vanesa aceptaron gustosos a Lizzy, mientras tanto Jaime fue declarado extraviado, sus padres estaban preocupados, pues su hijo no aparecía por ningún lado, Vanesa intento buscar a Jaime, incluso iba acompañada de Lizzy y Buster para tratar de encontrar a su novio en los lugares donde Jaime frecuentaba ir.
Los días pasaron y no había mas rastro de Jaime, Vanesa por su parte se distrajo pensando en su nueva mascota Lizzy, quien estaba embarazada, Vanesa estuvo siempre a lado de Lizzy, todos los miembros de la familia de Vanesa trataban cariñosamente a Lizzy pues estaba en cinta.
Perspectiva de Lizzy
Todo esto resulto muy difícil de aceptar pero parece ser que me quedare así para siempre, ya no volveré a ser un hombre de nuevo, incluso ya no considero de esa forma, soy una animal y una hembra, una perra, simplemente me deje llevar por los instintos de mi nuevo cuerpo, me deje dominar por Buster ese maldito perro, el cual ahora amo, estoy feliz de que me haya dejado embarazada, ja ja ja por esa razón ya no hay vuelta a tras, como rayos estoy feliz de que un perro me dejara embarazada, un hombre jamas debería sentirse feliz por eso, un hombre no debe experimentar un embarazo mucho menos siendo un animal de cuatro patas. Por esa razón se que una parte de mi a aceptado por completo mi nueva vida, como perra y futura madre, me cuesta creer que este feliz por que ya nazcan mis cachorros, puedo sentirlos en mi vientre. Nunca pensé en tener hijos con Vanesa, pues no quería hijos pero ahora voy a dar a luz a los hijos de Buster, Siempre que recuerdo que antes era Jaime mi cabeza me da vueltas y me atormento yo solo, es por eso que decidí dejar de dar vueltas en el asunto y ya no pensar mas en porque me quede estancado como una perra y nunca volví a la normalidad. Supongo que ser la mascota de Vanesa y de sus padres no es tan malo después de todo, me alimentan, me sacan a pasear son muy amables conmigo, me he comportado muy bien con ellos puedo entender lo que dicen así que me es fácil simplemente obedecerlos. Vanesa por otra parte he dejado de sentir ese amor y esa atracción hacia ella, pues la he visto en muchas ocasiones en ropa interior incluso desnuda, pero parece ser que mi cuerpo solo reacciona a la verga olorosa de Buster, solo quiero que Vanesa se olvide de Jaime y se encentre a alguien más, me duele cuanto se pone a llorar por Jaime y eso me hace recordar mi verdadero yo. Ella no se imagina cuando llora por Jaime mientras me abraza, aunque piense que esta abrazando a Lizzy esta abrazando en verdad a Jaime no el Jaime que ella conoce sino un Jaime convertido en una perra embarazada.
Los mese pasaron y llego el día de dar a luz a mis cahorros, mis pechos llenos de leche ya no aguantaban necesitaban ser drenados, fueron 7 cachorros los que tuve, 4 hembras y 3 machos, fue mi primera vez y mis instintos maternos salieron a relucir, solo podía escuchar elogios de Lizzy y su madre, que me felicitaban por ser mamá. ellas me ayudaron para que mis cachorros se alimentaran de mis tetas, el sentimiento de ser drenada fue placentero, estaba feliz de poder alimentar a mis hijos, le había dado la vida a 7 cachorros, supe en en se instante que las cosas pasan por algo tal vez mi destino era dar a luz a esos cachorros, al pensar de esa forma supe que estaba bien quedarme y ser Lizzy pues tenia que criar a mis cachorros sino quien lo haría.
Otro posible final.
Después de tener sexo con Buster, me quede acostado con él, el sentimiento de ser sumisa ante un macho era increíblemente agradable. Para mi buena suerte o no tanta regrese a la normalidad.
Vanesa, estaba intrigada sobre el origen de Lizzy, ella había ido a visitar a su novio a su casa, con confianza, entro a la casa y así hasta llegar al cuarto de su novio, Jaime, pero solo encontró a una perra y el celular tirado de su novio. Vanesa tomo a la perra y el celular de su novio, y se dirigió a su casa, pensó que sería una oportunidad de ver lo que su novio tenia en cu celular, como buena novia celosa, sin embargo no había encendido el celular de su novio para nada, ya que se dijo así misma que no se convertiría en una novia celosa, sin embargo después de un largo tiempo (mientras veía el apareamiento de los perros) decidió ver el celular de Jaime, para saber si ahí encontraba alguna respuesta sobre el misterioso origen de Lizzy.
Mientras Vanesa buscaba información en el celular se topo con una aplicación abierta, mientras eso sucedía Jaime quien estaba descansando tranquilamente junto a Buster después de unos minutos sintió algo extraño en su cuerpo estaba volviendo a la normalidad, Vanesa fue la que puso fin a la transformación de Jaime, ella encontró algo curioso en la aplicación, desde la ventana vio a los perros acostados y ahí presiono el botos que decía regresar a la normalidad, para su gran sorpresa, Lizzy se fue convirtiendo en un humano, pero no en una chica, sino en un chico, y ese chico era nada mas ni nada menos que Jaime.
Jaime estaba feliz de volver a ser un hombre aunque al principio se encontró desnudo tirado en el piso junto a Buster se levanto rápidamente movió dotas su articulaciones para combrobar que ya no era más un perro, sin embargo rapidamente escucho la vos de Vanesa,
-Qué rayos Jaime eres tu, comó es que tu...
Jaime tratando de ocultar desnudez con su mano, le dijo a Vanesa -Amor esto... te lo puedo explicar.
-Explicar ¿Qué? tu. Lizzy eras tu. Tu eras esa perra
-Esto fue un error yo no quería, no se que sucedio, la maldita app en mi celular.
-Qué asco tuviste sexo con Buster, eso es lo que querías por eso tew convertiste en una maldita perra en celo.
-Yo nunca quise ser una perra, mucho menos tener sexo con Buster o cualquier otro perro.
-Vi la app en tu celular claramente estaba la selección de ser una perra en celo por tiempo indeterminado, no lo podía creer pero ahora que lo veo te hubiera dejado de esa forma si era lo que tanto deseabas, así podrías revolcarte con Buster o cualquier perro callejero.
-Mi amor eso no fue lo que quería, para empezar nunca pense que realmente sucedería por eso escogi ser un perro MACHO y por una Hora, no se lo que sucedio que al final me converti en una perra, y por lo visto en una perra en celo.
-Me cuesta creerlo tu de ofreciste a Buster incluso se la chupaste.
-Sí, es cierto lo hice y no sabes que asco me dio pero no podía controlar mi cuerpo los instintos de ese cuerpo, se apoderaron de mí, por mas que me resistí, además tu fuiste quien me trajo aquí, básicamente tu me sentenciaste a tener sexo con tu perro, no sabes el infierno que tuve que pasar, la humillación y la impotencia, que sentí.
-¿En serio me dices la verdad? ¿tu no querías ser una perra en celo?
-Por supuesto que no, por que rayos escogería eso, fue la peor experiencia de mi vida.
Vanesa al ver a Jaime casi llorando se dio cuenta de que él le decía la verdad, y se sintió mal por desconfiar de su novio, incluso por dejar que Buster se lo follara.
-Perdóname cariño, la verdad no sabía, me siento mal por dejar que Buster te follara, me siento mal, en verdad traje a Lizzy digo a ti, es decir a la perra para que Buster se la follara, pero no pensé que en realidad eras tu.
Ambos chicos se abrasaron después de unos días, parecía que las cosas habían sido olvidadas, salvo que Vanesa tenia curiosidad y le preguntaba a Jaime sobre la experiencia de ser un perro y haber tenido sexo. Jaime siempre se molestaba por que sentía que Vanesa se estaba burlando de él, sin embargo, Jaime no le respondía a Vanesa, pero si que se sonrojaba, Jaime no quería admitir que el sexo como perra se sintió muy bien, pero como hombre no podía aceptarlo mucho menos decirle a su novia.
Los días pasaron
Después de haberme convertido en una perra, la experiencia se sintió bien, sabía que algo andaba mal conmigo cuando empece a masturbarme primero me imagine viendo porno normal, pero por mas que me la jalaba no sucedía nada, recordé en Buster y como me follo, y de repente tuve una erección, solo quería correrme así que seguí pensando en Buster hasta que me corrí. Luego de eso el sentimiento de culpa y asco de mi mismo al recordar la sesión de sexo con Buster, me invadía, pero las cosas siguieron empeorando ya que soñaba con Buster, yo estaba en sus dominios (el patio donde lo tienen) yo me encontraba desnudo en cuatro patas y luego el me montaba, mientras lo hacía poco a poco me convertía en una perra, en Lizzy, Los sueños eran variado pero siempre terminaba teniendo sexo con Buster. Las cosas escalaron a otro nivel, cuando veía a perros callejeros, sus pelotas sobresalían y yo me quedaba hipnotizado, de pronto estaba observando la verga de cada perro callejero que veía, tal y como lo hacía cuando iba algún lugar publico y discretamente veía los traseros de las mujeres. Una vez un perro se me acerco y se me paro, pensé por un momento que se había acerado ami por mi olor de perra, pero era imposible y estúpido haber pensado eso, yo era un hombre y no una perra. Pero la idea de ser una perra nuevamente y tener sexo me estaba invadiendo poco a poco. Incluso cuando en aquella ocasión vi a dos perros teniendo sexo, sentí una gran envidia por la perra, en mis oscuras fantasías sexuales por decirlo de ese modo, quería ser esa perra. Llegue rápido a mi casa y me masturbe pensando que intercambiaba cuerpos con esa perra y que el perro me follaba y me agarraba con sus patas para establecer su dominio sobre mi, ese perro enorme y negro lucia como todo un gran perro macho alfa, sabía que yo no deseaba ser como ese perro, yo no le llegaba ni a los talones, sabía que mi destino era ofrecerle mi coño para que él usara a su antojo, estaba más que contento y deseoso de ofrecerle mi cuerpo de perra.
Después de pensar mucho decidí hablar sobre esto a mi novia, con la esperanza que me ayudo a recapacitar pero para mi sorpresa se comporto de una forma tan amable incluso me comprendió y sugirió que debía convertirme en Lizzy otra vez para saciar ese deseo que quería.
Fue así como los jóvenes planearon que Jaime volviera a ser Lizzy otra vez para tener sexo con Buster, pero Lizzy tenia otra cosa enmante. Con la ayuda de la app Jaime se convirtió nuevamente en Lizzy. Vanesa había planeado todo su familia se había ido a visitar a un familiar, pero ella logro convencer a su padre de no ir por quedarse a estudiar.
Cuando Jaime se iba convirtiendo en Lizzy, su cuerpo empezó a sentirse ansioso su nuevo coño palpitaba por ser llenado, cuando Lizzy salio al patio noto que Buster no estaba. Vanesa había logrado que sus padres incluso se llevaran a Busater con ellos.
-No te desanimes Lizzy Buster no esta pero hay otro amigo que ha estado deseoso te follarte.
Lizzy no... Jaime no sabía lo que estaba sucediendo, cuando de repente vio a su linda novia, frente a el completamente desnuda, era une mujer bella con un cuerpo perfecto pero de repente su cuerpo de modelo empezó a convertirse en una especie de hombre lobo, su fina piel rápidamente fue cubierta por un gran pelaje negro, sus manos y pies se convirtieron en patas, de su liza entrepierna le empezó a crecer una descomunal verga canina con una bolas a un lado, una cola le creció, y su rostro se deformo para darle un hocico con grandes dientes.
Jaime se estable preguntando qué rayos estaba sucediendo cuando noto que su novia se había convertido en un perro, negro bastante grande.
-Cariño, como no me explicaste lo que de preguntaba decidí propalo por mi misma, pero a diferencia de ti yo fui más lista, la primera vez utiliza la app para convertirme en una perra, tuve sexo con Buster pero tener sexo como perra y como mujer es un poco umm, me gusto pero quise probar dejar de ser el receptor y ser el que da, así que me convertí en un perro, un perro grande para poder defenderme de otros perros machos, me he cogido a varias perras, últimamente pero siempre quise follarme a Lizzy, ella era a la única perra que en verdad quería destrozar con esta enorme verga.
Jaime se congelo al ver a ese enorme perro macho, que solía ser hasta hace algunos segundos su linda novia Vanesa, incluso estaba mas sorprendido por eso que al darse cuenta que podía entender lo que el perro le decía.
Vanesa tu eres ese perro el que vi ese día.
Vanesa tambien se sorprendio al darse cuenta que podían comunicarse entre ello, cosa que le agrado a Vanesa.
-Así es cariño yo era ese perro, recuerdo que te quedaste viendo cuando me follaba a esa perra, pero la verdad cuando te vi, aneblaba que esa perra fuera tu, mientras me follaba a esa perra de estaba diciendo al mismo tiempo, "mira a esta perra disfrutando de mi verga tu seras la próxima" obvio no me entendías pero ahora me alegro que nos podamos comunicar.
Lizzy estaba algo confundida pero de repente un aroma penetrante hizo que todo su cuerpo temblara de emoción, al oler el apestoso pero seductor aroma que provenía de la verga de su novia perro. Por otra parte Vanesa sintió también el suculento aroma de una perra en celo, una perra que emanaba de su coño un aroma dulce.
Lizzy sintió como su coño ya estaba completamente mojado, y palpitando rogando por ser llenada por una enorme verga, pero por otro lado Jaime no se sentía cómodo al saber que esto terminaría con él siendo ensartado por la verga de su novia.
-Que pasa Lizzy acaso no quieres que mi verga en tu coño, si ya hasta estas mojada-
Vanesa se acerco al coño de Lizzy y empezó a inspeccionarlo, para luego darle una lamida, Lizzy por su parte estaba que se muere, por una parte lo quería quería tener sexo, quería ser llenada, ella había fantaseado por tener sexo con este perro el mismo perro que vio aquel día, ahora era su oportunidad, de entregar su cuerpo a ese perro enorme y dejar que este la tomara y le destrozara el coño, era lo que ella quería pero por alguna razón no era sincera consigo misma. Así que Vanesa quiso que Lizzy sea mas sincera y la torturo.
Bien si no quieres no te lo meteré dijo Vanesa, pero la reacción de Lizzy fue como de desilusión, lo cual noto Vanesa.
-Entonces si lo quieres tendrás que rogar por él, debes convencerme de que en verdad lo quieres.
Lizzy no Jaime se sintió algo avergonzado al rogar por la verga de su novia, lo cual la situación ya era bastante rara. pero aun así él no ella rogó para que la follen, con una voz muy debil dijo -Quiero, quiero tu verga-
-Lo siento no te escucho, sabes que afuera hay muchas perras, talvez me vaya con ellas a foll...
-No no te vayas follame, ¡FOLLAME!
-Ummm eso me gusta, ¿quieres mi verga?
-¡SÍ LA QUIERO!
-¿Dónde la quieres?
-¡EN MI COÑO!
-¿Quieres te te haga mi perra?
-¡SÍ, QUIERO SER TU PERRA!
Vanesa procedió a cogerse a Lizzy, mientras tanto Lizzy sentia como la punta de la verga de Vaneza inundaba su vagina y poco a poco la estiraba, la verga de Vanesa era más grande que la de Buster, completamente ensartada las paredes vaginales de Lizzy tenia bien apretado la verga de Vanesa. Vanesa empezó apretó fuertemente la cintura de Lizzy y luego empezó el mete y saca. Lizzy se sentía feliz de ser penetrada por un perro macho alfa, sentirse pequeña y sumisa era lo que le gustaba, Jaime reconoció que era mejor ser una hembra en lugar de ser un macho. Por otra parte Vansea estaba disfrutando de las delicias de penetrar ser la dominante y no la sumisa. Lizzy estaba completamente sumida en un éxtasis su pequeña vagina estaba siendo destrozada por la enorme verga de Vanesa. Lizzy te amo- grito Vanesa, Lizzy le contesto -Yo también te amo, sigue follándome-
¿Te gusta mi verga, te gusta ser mi perras sumisa?
-Sí.... me encantaaaaaaaaaaa-
-De muéstrame lo sumisa que puedes ser-
-ummm sí, sí, follame, soy tuya, soy tu perra, me encanta ser tu perra, has con migo lo que quieras, tu eres el macho y yo la hembra. soy tuya para siempre-
A Vanesa le encantaba escuchar lo dominante que era y el papel de sumisa de Lizzy.
Pronto Vanesa y Lizzy quedaron peagados, pasaron los minutos y Vanesa disparo toda su carga dentro del coño de Lizzy, cuando Vanesa saco su verga de Lizzy le dijo. Vamos Lizzy se una buena perra sumisa y limpia mi verga con tu lengua- A lizzy le encantaba su papel de sumisa y hacer lo que su macho le ordenara, pero a Jaime, que recobraba la consciencia, después de bajarse de las nubes del placer, simplemente noto al enorme perro se asusto y resignado a su destino empezó a limpiar la verga del perro el cual estaba sucia, cabe mencionar que literal a Lizzy le destrozaron el coño apretado que tenia. Jaime sintió asco pero lo hizo y empezó a lamer. Cuando termino algo Jaime pensó que era su turno de ser limpiado, su coño chorreaba semen, pero no resulto así, Vanesa le dijo a Lizzy - Tu mamada fue genial, ahora límpiate tu misma- Jaime humillado acepto y empezó a lamerse limpiando y tragándose hasta la ultima gota que chorreaba de su coño.
Después de eso pasaron unos minutos y la pareja perruna volvieron a ser humanos, Jaime parecía estar con la mente tratando de asimilar lo que había sucedido, pero Vanesa parecía feliz y radiante, ella se acerco a su novio lo tomo de su barbilla y le dio un gran beso en los labios, al terminar el beso, Vanesa le dijo a Jaime con una risa amable, Recuerdas lo que me dijiste verdad, por que no hay marcha atrás, de ahora en adelante eres mi perra sumisa Lizzy. Jaime se dio cuenta de la forma de la sonrisa de Vanesa, era una sonrisa que el nunca antes había visto, Jaime supo en ese momento que había sentenciado su vida.