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Desde que mis hijas eran pequeñas me divorcie de mi esposa y decidí no solo cambiarme de sexo sino que también decidí convertirme en la sirvienta del hogar, básicamente abandone mi rol como padre, esposo y hombre de la casa para tomar el puesto a tiempo completo de sirvienta ya que ese era mi mayor fantasía y después de habérselo contado a mi esposa se volvió realidad, pero más que nada porque mi esposa decidió que esa sería la única manera en la que yo podía estar cerca de mis hijas ya que ella no quería como esposo a un hombre con esas fantasía, así que me dijo que cumpliera con mi rol de sirvienta al cien porciento o que me alejara de ella y de mis hijas.
Estaba nervioso pero también emocionado cuando mi ex esposa les dijo a mis hijas delante de mi que yo su padre ya no sería mas su padre y en su lugar sería María la sirvienta.
Renuncie a mi trabajo y enseguida comencé con mis deberes en mi hogar, en un mes me convertí en una excelente sirvienta según mi ex esposa, entre mis deberes se encontraban lo básico, lavar la ropa, trapear los pisos, limpiar el cuarto de mi ex esposa y el de mis hijas, también perfeccione mis habilidades culinarias. Pero mi ex esposa también me tuvo ocupada como niñera, ya que me fui haciendo cargo del cuidado de mis hijas bajo las órdenes de mi ex esposa, yo me encargué de ver qué mis hijas comieran, de que hicieran sus tareas escolares, de que se bañaran y de que se acostaran a dormir incluso yo las ayudaba a vestirse para la escuela y eso incluía peinarlas y hacerles lindos peinados, realmente me agradaba mucho pasar así mi tiempo con mis hijas, aunque por órdenes de mi ex esposa mis hijas tenían que llamarme María a veces me llamaban papá ya que a pesar de usar un vestido y hacer la limpieza del hogar como toda una sirvienta ellas sabían que realmente yo era su padre, no obstante eso iba a cambiar y yo sin imaginarlo.
Seis meses después de mi divorcio mi ex esposa ahora patrona se consiguió un nuevo esposo. Su nombre es Damián un hombre muy apuesto e imponente. Mi esposa e hijas y yo por supuesto nos mudamos a su casa. Su casa era enorme lo que significó más trabajo para mí y una chipa más para mis fantasías.
Ver a mi esposa salir con otro hombre no me molesto del todo con el tiempo dejo de importarme no obstante si sentí algo cuando el nuevo esposo de mi ex esposa fue ganando el cariño de mis hijas y poco a poco fue ocupando del rol masculino en mi hogar.
Por supuesto Damián supo todo de mi por mi ex esposa y cuando nos mudamos a su casa dejo bien en claro las nuevas reglas que marcarían el rumbo de mi vida. Damián dejo bien en claro que la regla principal era que yo tenía que tener muy en claro mi lugar como nada más que una empleada doméstica y por lo tanto tenía que demostrarle el debido respeto a los miembros de la familia, así que, señor, señora y señoritas era la forma adecuada en la que yo tenía que referirme a Damián, mi es esposa e hijas.
Con el paso del tiempo mis hijas comenzaron a ver a Damián como padre, él las consentida mucho y siempre salían de paseo como una linda familia mientras que yo me quedaba en la casa a limpiar.
Al paso de un año mi tratamiento por fin se completó y ya no hubo rastro alguno en mi cuerpo que demostrará que alguna ves fui un hombre y todo gracias al dinero que Damián pago a los mejores cirujanos.
Con forme fueron creciendo mis hijas se olvidaron que yo era su verdadero padre y cada ves más me trataban como la criada, me daban órdenes e incluso me gritaban si algo no hacía bien, realmente era vergonzoso recibí regaños y órdenes de mis propias hijas de 10 años, no obstante sin darme cuenta me volví muy sumisa e incluso comencé a temerles a mis propias hijas ya que me amenazaban con decirles a sus padres que yo no hacía un buen trabajo. Así que siempre que mis hijas me reclamaban por algo que hiciera mal no me quedaba más que pedirles disculpas y la promesa de hacer bien mi trabajo.
Ahora vivo mi fantasía, soy solo una sirvienta y mi esposa fue la primera en tratarme como tal, luego su nuevo esposo y por último mis propias hijas quienes son más crueles conmigo que su madre y su nuevo padre, realmente me duele que mis propias hijas me traten mal y que se hayan olvidado que debajo de esta nueva apariencia aún sigo siendo su padre, no me queda de otra más que llorar en mi pequeña habitación al darme cuenta que mi fantasía no es como lo había imaginado.
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- Mama por que me obligaste a usar esto, yo no quiero usar lente mucho menos brackets, todos se van a burlar de mi en especial mis amigos, antes no los necesitaba ¿porqué ahora si?
Mamá - Lo siento cariño pero son ordenes de los doctores, créeme que estos cambios no son nada con lo que te espera, pero yo estaré ahí para ti, te enseñare todo sobre el cuerpo de las mujeres.
Mario un chico de 12 años que fue otra victima mas de una enfermedad que afecta los cromosomas de los hombre convirtiéndolos en mujeres, en la actualidad hay muchos casos y aun no se sabe con certeza el causante principal mucho menos hay una cura, por lo que muchos afectados han tenido que adaptarse a su nueva vida.
Maldición, esto es muy humillante, debido a esa enfermedad no solo me sacaron del equipo de Futbol, sino que hoy regreso a la escuela usando el uniforme de las niñas.
Mario estaba frete al espejo de cuerpo completo que tenia en su cuarto, estaba parado viendo con desdén su cuerpo cambiado, se imagino usando solo un boxer y su antiguo cuerpo masculino, sin embargo la realidad era otra, él estaba usando unos típicos calzones blancos de niña y un corpiño. A la derecha del espejo estaba colgado el uniforme que debía usar Mario, pese a sus insistencia de querer ir a la escuela con su antiguo pantalón no fue así, debido a dos cosas, la primera era que sus antiguos pantalones le quedaban muy grandes y en segundo lugar la escuela exigía el uso obligatoria de los uniformes tanto para chicos como para chicas, así que no le quedaba de otra que asistir a la escuela con el uniforme de las chicas de lo contrario no le permitirían asistir y al ser menor de edad su madre se encargo de comprar el uniforme de chicas y mandar a su nueva hija a la escuela con el uniforme adecuado.
Mario con mucho molestia y con la insistencia de su madre no tuvo de otra que ponerse el uniforme, primero se puso la falda gris a cuadros y luego la blusa blanca, por ultimo se puso las calcetas que su madre le había comprado, se puso sus nuevos zapatos negros y fue a la cocina a desayunar. Cuando la la madre de Mario vio a su nueva hija le dijo que estaba mal vestida, le enseño que primero se debe poner la blusa y luego la falda para meter la blusa debajo de la falda. Mientras que Mario estaba desayunando su madre comenzó a peinarla, la madre de Mario comenzó a decirle que de ahora en adelante debe cuidar su pelo, Mario decidió solo ignorar a su madre y se concentro en desayunar, pero cuando termino de desayunar se percato que su madre le había hecho dos coletas trenzadas.
Mamá que me hiciste, dijo Mario cuando se percato de las trenzas que ahora adornaban su cabeza.
Mamá- Te ves bien y no te atrevas a quitártelos que lo hice con amor, ya es tarde vamos toma tu mochila y súbete al auto o llegaremos tarde.
- Mamá que es esta mochila, esta no es mi mochila.
- Es tu nueva mochila, te compre muchas cosas y espero que las cuides bien.
- Mamá como pudiste esta mochila es para niñas.
Mamá - Ahora eres una niña y esa mochila rosada se te vera mucho mejor que esa antigua mochila negra casi toda rota, antes de dejaba usarla pero no puedo permitir que mi hija use esa mochila sucia y rota.
- Pero mamá
Mamá - Sin peros y súbete al auto.
De camino a la escuela Mario estuvo muy molesto, cuando bajo del auto de su madre estaba muy enojado con su madre además de comenzar a sentirse muy avergonzado de como se veía, cuando paso por una puerta que dejaba ver el reflejo de quien pasara, Mario se percato de como en realidad se veía como los demás lo veían, una chica delgada, con lentes cuadrados, Brackets, con dos trenzas, con el uniforme de las chicas y en especifico noto que su falda era muy larga, pocas chicas usaba la falda tan larga como Mario la tenia. Mario se veía como una autentica Bety, el apodo que le daban a las chicas que se vestían o se veían justo como Mario se veía.
-Me veo como Bety- dijo Mario refiriéndose a una chica de su clase de la cual él al igual que muchos se burlaban, justo en ese momento una chica se acerco por detrás a Mario y le dijo -Muévete Bety estorbas. Cuando Mario volteo a ver a la chica se percato de lo bonita que era la chica, con el pelo lacio, un cutis perfecto, sin lentes o Brackets, pero eso si Mario noto la mirada que le lizo la chica, como si hubiera visto a una cucaracha.
-Un momento esa chica me acaba de decir Bety. dijo Mario sin poder creérselo, Mario no tuvo de otra que tratar olvidar lo sucedido e ir a su salón pero cuando entro los pocos alumnos presentes solo se quedaron viéndolo mientras que otros murmuraban.
Cuando Mario se sentó en su antiguo pupitre, todos los presentes comenzaron a murmurar mientras lo veían fijamente, Mario trato de calmarse, él sabia que todos estaban hablando sobre él en ese momento Mario vio entrar a la chica que le había dicho Bety en el pasillo. Esa chica esta en mi clase, se pregunto Mario, mientras la veía acercarse a él, la chica camino y se sentó en el pupitre de a lado de Mario, la chica volteo a ver a Mario y con una sonrisa la chica le dijo, Bienvenido Mario o debería decir Bety. Mario quedo completamente sorprendido por que la chica supiera quien era él, Mario trato de recordar si alguna vez había conocido a esa chica, pero no recordó nunca haber sito a esa chica tan linda antes, pero después de ver bien a la chica noto un pequeño lunar cerca de su ojo derecho.
Como si de un rompecabezas se tratase, Mario logro poner las piezas en su lugar y se dio cuenta que la chica a la que en pocos minutos de conocerla la ya veía como la chica mas linda de la escuela. en realidad se trataba de Bety la chica nerd de la que todos se burlaba, no solo el lunar la delataba sino también el simple hecho de que Bety en realidad Martha se sentaba a lado de Mario. Cuando Mario se percato de la identidad de la chica no se lo podía creer, la chica nerd del salón, la que se vestía de forma chistosa se había vuelto toda una belleza.
-Esa mochila de queda bien Bety hace juego con tu atuendo- dijo con una risa burlona Martha, mientras que Mario se avergonzaba y le echaba la culpa a su madre por obligarlo a ir con esa mochila. En ese instante entro Joel el mejor amigo de Mario y al ver a una chica sentada en el lugar de su mejor amigo no dudo en ir y decir - O por dios eres tu Mario, jajajajaja que te paso por que visite así, cuando me entere lo que te paso pensé que te habías convertido en una chica linda jajajaja. Joel fue el que rompió el hielo y mas chicos se fueron acercando a Mario, todos le hacían un sin fin de preguntas, sobre lo que le paso y también le preguntaban por que usaba lentes y frenillos y sobre su peinado, aunque todos se burlaban de él, Mario los ignoro y solo decía que su madre lo obligo a ir de esa manera a la escuela, algunas chicas también se acercaron y le decían que sus trenzas estaban lindas.
La maestra quien ya había visto antes a Mario no se sorprendió del nuevo look de Mario y le pidió a la clase que fueran considerados por lo que le paso, sin embargo la maestra poco sabia de lo crueles que pueden ser los chicos. La clase transcurrió con tranquilidad, hasta que tuvieron que formarse en equipos para un trabajo.
Mario rápidamente hizo equipo con sus amigos, que no tardaron en hacer probas sobre su nueva apariencia, Mario solo se molesto con ellos y trato de defenderse con palabras aunque parecían no tener ningún efecto, al final se calmaron para hacer el trabajo que les habían encargado el cual consistía en hacer un cartel sobre el cuidado del medio ambiente, uno de los chicos fue rápidamente a comprar una cartulina pero al ser todos chicos nadie tenia plumones, habían decidió prestar algunos plumones pero Matias otro de los amigos de Mario hizo el comentario - Mario no tienes plumones en esa mochila, burlándose de la mochila rosada de Mario, por alguna razón Mario le hizo caso y fue a revisar la mochila, ya que recordó que su madre le había dicho que le había comprado todo lo necesario para su regreso a la escuela.
Era la primera vez que Mario revisaba lo que había en la mochila así que se asusto cuando vio un estuche rosado el cual parecía estar mu lleno, por miedo y vergüenza decidió decir que no traía nada, pero su reacción no convenció a sus amigos y le quitaron la mochila y sacaron el estuche rosado, cuando uno de los chicos abrió el estuche rosado vio que estaba lleno de colores y plumones de muchos colores. - oye si tenias, ¿porqué no lo sacaste antes? le dijo Joel, ya con plumones los chicos pusieron manos ala obre y comenzaron hacer lo que su creatividad les alcanzo, no obstante otros grupos vieron que Mario había llevado una gran variedad de plumones y otras chicas no dudaron en ir y pedirle prestado a Mario sus plumones. Si si, se los presto, no es mas se los regalo si quieren a mi no me sirven, dijo Mario molesto cuando las chicas de su salón se acercaban a escoger los plumones que necesitaban, no obstante una vez utilizados los plumones fueron devueltos a su dueño.
Parece que te has vuelto la chica de los plumones, Bety- dijo de forma silenciosa Martha pero lo suficiente como para que Mario lo escuchara y se le quedara grabado en la cabeza. El primer día de clase de Mario resulto ser agotador, tuvo que soportar las bromas de sus amigos a su persona, pero sabia que en el fondo no eran malos chicos.
¿Cual de las dos historias les gusto?