Joven millonario a humilde sirvienta

A pasado mas de un año desde que confesé mi fantasía a Himelda, mi antigua sirvienta. Con la ayuda de Himelda di un gran paso hacia mi sueño frustrado, me sometí a una operación de resignación de sexo, con hormonas y otras operaciones me veo como cualquier otra mujer promedio, renuncie a mi vida de lujos, le cedí todo a Himelda, ella paso de ser una mujer de 40 años, que había vivido en pobreza y trabajado toda su vida como empleada domestica a convertirse en una mujer de clase alta, con buenos modales pero muy arrogante con la gente que no esta a su nivel. Mientras que yo un chico de 24 años con una carrera universitaria y una herencia millonaria de mis difuntos padres, me convertí en Juanita, la chica de las labores domesticas, Seguro se pensarían que algo esta mal en mi cabeza, tal vez así sea, sin embargo, estoy feliz siendo Juanita. Antes era un chico muy guapo rubio de piel blanca, ahora soy una chica, con un pelo largo negro y de piel morena, sin duda alguna no tengo ningún rastro de mi antiguo ser. No tengo dinero, no gano un sueldo aunque trabajo como la empleada domestica de la Señora Himelda. La señora Himelda fue muy amable conmigo, antes de convertirse en la señora que es ahora, me enseño todo sobre la limpieza del hogar. La Señora Himelda es muy inteligente a comparación conmigo. Ella siempre me recuerda que yo soy una simple niña tonta que para la único que sirvo es para limpiar, yo hago un buen trabajo limpiando, siempre me dice que hizo una buena elección al contratarme como sus empleada de limpieza. Firme un contrato laboral con la Señora Himelda, para convertirme en su empleada de limpieza, de forma indefinida, no recuerdo bien los asuntos legales no leí el contrato simplemente lo firme como la señora Himelda me había ordenado, lo que se, es que ahora vivo en la que solía ser mi casa, salvo que en una habitación pequeña, la señora Himelda quería que estuviera a su servicio 24/7 los 365 días del año, sin goce de sueldo ya que ella me proporcionaba un hogar y comida, aunque no tengo dinero no lo necesito las Señora Himelda me da dinero cada 3 meses para que me compre ropa en el tianguis, uso ropa de segunda mano ya que no tiene caso comprar ropa de marca o ropa cara, siempre uso los uniformes que la Señora Himelda compro para mi trabajo. Me encanta ser la chica humilde y tonta que apenas y termino la primaria que aparento ser, me encanta haber intercambiado papeles con la vieja Himelda, antes ella era mi sirvienta y ahora yo soy su sirvienta, supongo que en mi caso con el dinero que tenia compre mi felicidad.  

Fin