Lo que mi padre necesita

Estoy lista, eso es lo que le dije al hombre que me crio, me cuido y me vio crecer hasta convertirme en un hombre, sin embargo ya no soy un hombre literalmente. Tenia que retribuir a mi padre en algo, así que tome mi decisión de someterme a una operación drástica. Yo era un hombre de 30 años no había logrado mucho en mi vida es decir tenia un trabajo decente pero no había encontrado a la mujer de mi vida.  Mi padre que siempre velo por mi salud, me necesitaba más que nunca sin embargo mi padre no me necesitaba como tal, lo que el necesitaba era una mujer. A sus 55 años mi madre siempre se encargo de las necesidades de mi padre, pero ahora que mi madre no estaba, yo tenia que cubrir las necesidades de mi padre, pero no podía hacerlo como mi madre, por que yo no era mi madre, ni siquiera era mujer, fue así que decidí someterme a una transformación total que duro casi un año, en el cual con hormonas y varias cirugías me convertí en una mujer, con pechos e incluso una vagina  muy realista y funcional para que mi padre desahogara sus deseos sexuales cuando a él se le antojará. Cuando necesitaba dilatar mi nueva vagina con los dildos, siempre me imaginaba que era el pene de mi padre, supongo que las hormonas habían hecho efecto ya que deseaba con gran impulso el pene de mi padre dentro de mi nueva vagina. 

A mi padre le tomo de sorpresa lo que tenia planeado, pero decidió aceptar mi muestra de agradecimiento hacia él. Mi padre vio mi transformación muy de cerca, yo me di cuanta que le dolió ver como su hijo se iba perdiendo a su hijo poco a poco, pero también estaba consiente que tendría a una mujer cerca de él muy pronto. Desde el inicio hasta el final de mi transformación siempre estuve junto a mi padre como su mujer, me encargue de todas los deberes de la casa que mi madre solía hacer, limpiar, lavar la ropa cocinar, al principio mi padre se reusó a que durmiera con él en la misma cama, pero como fueron pasando los meses y mi físico se veía más a la de una mujer me pidió que durmiera con el en la misma cama. También desde el principio empecé a usar algo de ropa de mujer, pero con el paso del tiempo la ropa de mujer era lo único que se ajustaba a mi nuevo cuerpo. 

Mi padre ahora ya no me considera su hijo, y eso es bueno, me considera como su mujer, aun que no hemos tenido sexo, pero si que le he dado unas buenas manadas, le encanta cuando me bebo su leche, simplemente hago lo que me corresponde como su mujer y es deber de una mujer tragarse la leche de su hombre. Pero hoy es el día, estoy desnuda con mis pechos expuestos le estoy ofreciendo a mi padre, no a mi futuro esposo que me marque como su mujer, y a partir de hoy mi cuerpo le pertenecerá a él. 

En el espejo veo mi cara de lujuria, que no puede esperar más, una cara de una mujer ansiosa por que su hombre la folle tan duro que se quede sin aliento. También veo a mi hombre su cara demuestra que esta fascinado con lo que ve, escucho como se quita el cinturón, veo en el espejo que se acerca. Me da una enorme nalgada en mi nalga derecha, pero luego otra más y luego otra, me siento excitada con cada golpe de su gran mano. Me jala la cabeza y me besa el cuello, mientras sus matonas siguen manoseando mis nalgas, luego siento sus enormes dedos en mi vagina, siento como uno de sus dedos entra en mi nueva cavidad femenina, luego siento otro dedo, me mojo bastante con solo sentir dos de sus enromes dedos en mi coño. Mi hombre me esta preparando para lo que viene. Luego de dejarme lista y mojada sentí la punta de su pene hacer contacto con mi mis labios vaginales, de un golpe entra todo, mientras yo grito de dolor pero también de placer, luego empieza a sacar y meter fuertemente pero algo lento, sin embargo cada embestida de su verga en mi coño, se siente jodida mente bien, había esperado tanto para esto y resulto ser más placentero de lo que me hubiera imaginado, a pesar de la edad de mi esposo su verga destroza mi interior, mete su enorme verga en el lugar donde se supone yo debería tener un pene. Continua metiéndome su enorme verga y solo puedo pensar que me e convertido en la mujer que mi padre necesita, estoy muy segura que hice una buena elección.