Busco desesperadamente la polla del hombre que me arrebato a mi esposa de mis brazos, mi trabajo y mi masculinidad. Sin dudar saco la polla de sus pantalones y la meto en mi boca, ummm es tan deliciosa, ya no me importa nada, ni que este hombre haya corrompido a mi dulce esposa, tampoco que mi esposa me haya humillado y feminizado. Los días de constantes lecciones para convertirme en la mascota de mi esposa y su amante han surgido efecto, mi esposa me abrió los ojos y me hizo ver que yo no servia como hombre, me hizo desear ser una mujer, una mujer sexy y sumisa ante los hombres, con hormonas y algunas cirugías en mi cuerpo ahora luzco como una deslumbrante mujer sin un rastro del patético hombre que solía ser. Mi hermana como llamo a mi ex esposa ahora y yo complaceremos con nuestros cuerpos a nuestro maestro a partir de hoy y para siempre.
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