Stripper

 Solía llamarme Oliver, era un joven americano que vivía de la fortuna de mis padres, Uno de mis grandes fetiches y la razón por la que abrí un table dance, con el dinero de mis padres, no era precisamente para ver a las mujeres bailar en un tubo, o ver como poco a poco se despojaban de su ropa hasta quedar desnudas, mas bien era que yo quería ser como ellas, así es mi fetiche era ser una stripper, por esa razón cree un bar con strippers, como el dueño yo iba todas las noches a ver bailar las chicas, me imaginaba siempre estar en los tacones de esas mujeres, bailando y desnudándose frente a extraños. 

Karen era una de las bailarinas, era una chica asiática, yo me había hecho muy amigo de ella y después de su turno solíamos reunimos a tomar unas cuantas copas y platicar, yo le preguntaba sobre su día en el trabajo y ella me contaba un sin fin de historias, me encantaba escucharla por qué fantaseaba ser yo quien vivía esas experiencias de ser una strepper, en una de esas reuniones casuales con Karen me había pasado de copas y le conté sobre mi fetiche. Lo que me sorprendió fue que Karen no parecía desconcertada ma bien era como si se acabará de enterar de que había ganado alguna apuesta o algo así. 

Después de un silencio Karen me dijo - si quieres serían strepper solo hazlo. Yo le dije que no era tan fácil y ella me contestó - Tienes mucho diro no? Y le dije que si entonces ella finalizó diciendo - entonces operate, cambia de sexo, sería divertido tenerte como compañera de trabajo, yo te enseñaré a bailar como una stripper profesional, vamos que dices, hazlo si en realidad quieres ser una stripper esa es la única opción. 

Muchas veces había considerado operarme para convertirme en mujer y así poder ser una stripper como Karen y el resto de las chicas en el table dance, la idea me pareció muy emocionante pero sabía que de hacerlo mis padres de seguro me desheredarían además de que esas operaciones serian permanentes y nunca mas volvería aser un hombre, nada me garantizaba realmente que de convertirme en mujer con las operaciones y ser una strepper me llenaría de felicidad por el resto de mis días, que pasaría si al cumplir mi fetiche luego de unas semanas me aburriera de ser una strepper, en ese caso ya no volvería a ser un hombre nuevamente y es que ser un hombre no me desagradaba al contrario me gustaba ser hombre pero era cierto que quería ser como Karen y tener su cuerpo delgado con curvas, largas piernas, un lindo trasero redondo, con teras y un coño lizo.

Le conté a Karen mis inseguridades sobre cambiarme de sexo, pero ella siguió insistiendo y por la calentura realmente puse a un lado esas inseguridades. 

Karen estuvo a mi lado siempre para que yo no me arrepintiera, ella me dió la idea de decirles a mis padres que iría a un viaje largo por el mundo, sinceramente a mis padres no les importaba. Así que seguí adelante con el plan de Karen, también le conté a mis amigos sobre el falso viaje y por último le dejé el cargo del bar/ Table dance a Robert mi amigo y socio, sin él yo nunca pude haber abierto el bar /table dance. 

El tiempo que tarde para convertirme en mujer fue largo y durante todo ese tiempo estuve viviendo en el departamento de Karen escondido. Las hormonas había hecho un gran trabajo en mi cuerpo y cuando me quitaron mi pene, lo que resultó algo traumático, después de todo las hormonas me hicieron sensible y al perder mi pene me puse a llorar y maldecir lo que había hecho pero Karen estubo ahí para consolarme y recordarme por qué yo estaba haciendo lo que estaba haciendo. Eso me tranquilizó mucho. Después de perder mi pene y con la ayuda de las hormonas y una buena dieta mi cuerpo se volvió esbelto mis piernas ya no tenía ese aspecto de piernas de hombre eran más hermosas piernas de mujer, a mi trasero le pasó lo mismo por más que vevia mi trasero en el espejo lo único que veía eran unas enormes nalgas de mujer, por otra parte mis pechos no eran los más grandes pero si se habían vuelto muy sensibles. Mi rostro no cambio mucho pero con algo de maquillaje parecía una mujer y más con mi pelo que había crecido. Realmente faltaba poco para poder salir como mujer al mundo exterior. Con la ayuda de Karen logré aceptarme como mujer, ella se convirtió más que una amiga en una hermana, es por eso que ella me convenció de parecerme a ella físicamente y la idea me fascina tanto. 

-por que no te conviertes en una mujer con rasgos asiáticos como yo, así prácticamente seríamos hermanas, 

- si... Eso me gustaría

- lo mejor es que puedes consevar el tamaño que tienes actualmente en tus pechos, después de todo es normal que las mujeres asiáticas no tengan los pechos grandes, tus pechos pequeños encajiran perfectamente. 

- si eso está bien, aunque quería tener los pechos un poco más grandes. 

- eres una mujer con complejo de pechos pequeños, como la mayoría de mujeres asiáticas, no te preocupes querida si quieres en el futuro te los puedes operar, por el momento está bien que los conserves a lo natural. 

Después de unas semas fui con el cirujano para los detalles no solo de mi operación de feminización de rostro sino también para que me dé una apariencia asiática.

Luego de someterme a la operación exitosamente, solo me quedo esperar y mantener reposo. El dolor en mi rostro era enorme pero sabía que al final el resultado me gustaría y así fue, cuando me quitaron las vendas y me vi por fin en un espejo, realmente me gustó lo que ví, era tal cual lo había estado imaginando, me había convertido en una mujer asiática, no había rastro alguno de un hombre americano en mi nuevo rostro femenino, me puse a llorar de alegría y mi hermana Karen me abrazo y me consoló como solo ella sabía cómo hacerlo. 

Una ves que estaba lista Karen me llevo a mi antigüo bar allí Karen me presento a las demás chicas y todas me dieron la bienvenida, me seti exitado al saber que ese ya no era mi bar y que yo solo iba a trabajar como cualquier otra bailarina. 

Un mes después 

Mi entrenamiento para bailar y coquetear con los hombres para que ellos gastaran mas en bebidas fue rápida, yo me convertí en toda una atracción desde mi debut como Xiu-mei. Ahora vivo Rosy otra bailarina ya que Karen se casó con Robert mi amigo así que ella seue a vivir con él, Karen ya no trabaja como bailarina pero se quedó como administradora del bar, durante toda mi estadía en el bar he visto a antiguos conocidos pero ellos no tienen ni idea de mi verdadera identidad, recuerdo mi antigua vida pero disfruto mucho mi nueva vida como stripper asiática en un bar donde yo era el dueño.